Intermedio: La Primera Página de su Leyenda

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Sonidos de pequeños sollozos se escucharon.

Su garganta sollozaba y otra vez, y pequeñas lagrimas salían de sus ojos. Él firmemente se aferró al gran, gran pecho. Era el sonido de un niño llorando.

También, quien le palmeaba la cabeza y sostenía a ese niño que estaba cubierto de sangre y contusiones, era un anciano corpulento.

--¿Estás bien, Axel?

Escuchando el sonido simpático que vino de arriba de su cabeza, el niño solo frunció ligeramente el ceño, sin afirmar o negar esa pregunta.

El anciano no pudo evitar mostrar una sonrisa. Continuó abrazando a ese niño que temblaba.

--Por eso te dije que no era necesario arriesgar tu vida por todos esos humanos. Viéndote ser hecho jirones por ese humano, me aterrorizo.

Una voz nostálgica. Una acción nostálgica. Una sonrisa nostálgica.

No podía ver y tocar la figura de esa persona de nuevo. Incluso durante el atardecer, era excepcionalmente brillante.

--Sin embargo, debes soportarlo. Incluso los más fuertes héroes, son incapaces des salvarlos a todos. No te deprimas por eso.

El ardiente cielo carmesí tenía una extensión de luz dorada brillando a través de las infinitas llanuras.

En ese hermoso paisaje que reconocí de antes, las estables y tranquilas palabras de ese Dios le fueron dichas al niño en sus brazos.

Debe ser un pedazo de memoria que no podía recordar.

Abriendo mis ojos, lo olvidaría. El más antiguo, el más inquietante, deseo pasado.

Algo que no podía ser reemplazado, el final de un evento que marcó el inicio de los problemas en mi vida.

--Muy genial, Axel.

Con esa gran sonrisa, la expresión afligida del chico desapareció.

Sus ojos reflejaban una expresión de anhelo.

Mientras levantaba la cabeza y miraba el rostro de esa persona cercana, reafirmó su juramento usando los sonidos de su corazón.

El movimiento de los labios del pequeño niño y mi voz de hace 1000 años, mientras estaba parado afuera. Sólo la forma de las palabras cambio, pero el resto se superpuso entre si perfectamente.

Quería ser como tú.

Quería convertirme en una persona tan fuerte como tú, quien me salvó.

Quería ser como tú, mi único Héroe.

--Demasiado pequeño, demasiado pequeño. En lugar de hacer a este anciano tu objetivo, ¿Por qué no aspirar a algo más grande?

Pero, incluso si no llego a ser como los Héroes de las leyendas.

Si no soy capaz de ser como esas personas, que fueron bendecidos por todos.

¿Me seguirás queriendo?

¿Podré hacer que te enorgullezcas de mí?

¿Serás feliz?

--Ahhh, eso no me importa, de todas formas, estaré tan contento que no podre cerrar mi boca. Eres mi nieto. Te mostrare a los demás, riendo en voz alta y sin importar cuando, todavía estaré orgulloso de ti.

Entonces yo— Si ese es el caso, yo— No habrá error, yo—

Si estás protegiéndome desde el Cielo sin importar el momento, entonces eres mi único......

Danmachi: El Aventurero DragonicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora