Danmachi: El Aventurero Dragonico

Intermedio: El Misterio sobre cierto Chico Dragón

Después de sobrevivir a una serie de feroces batallas que permanecerían en gran parte desconocidas, Lefiya y los Aventureros hicieron una breve parada en Rivira antes de regresar a la superficie más tarde ese mismo día.

Una preocupada Loki fue rápida en castigar a Aizu a su manera una vez que los miembros de la <Familia Loki> regresaron a casa, pero todos habían regresado de una pieza. La pierna gravemente herida de Bete ya se había recuperado en medio del Calabozo gracia a la Magia Curativa que Axel desarrolló, sanándola completamente en muy poco tiempo, y Lefiya se recuperó después de dormir durante todo un día.

Filvis no dijo mucho cuando se dirigió a la Familia Dionysus, compartiendo solo una sonrisa rápida con sus compañeros Lefiya y Axel. Ella sintió que la distancia entre ellos se había reducido drásticamente y quería otra oportunidad para hablar de muchas cosas con alguno de los dos en un futuro cercano. Según Loki, su Dios, Dionysus, tuvo dificultades para lidiar con este incidente y aparentemente "pasó el día con los ojos abiertos".

En cuanto a la bajas, desafortunadamente varios miembros de la <Familia Hermes> no salieron con vida, ya que habían muerto antes de que la batalla pudiera haber terminado. Axel no sabía exactamente qué decir, pero Asfi y Lulune sonrieron suavemente y solo le pidieron que por favor pusiera flores en sus tumbas. También le dieron las gracias a Axel por su gran ayuda en la batalla y evitar que más Aventureros murieran en ese incidente.

Este incidente dejó cicatrices considerables en cada Familia involucrada, pero lenta y seguramente, todos volvieron a la vida como de costumbre.

En el segundo día desde su regreso...

Lefiya, sintiéndose mucho más como ella, yacía en la cama de su habitación sin nada que hacer, mirando fijamente al vacío. Ella compartió la habitación con otros miembros femeninos de la <Familia>, pero los cuartos espaciosos se sentían excepcionalmente vacíos sin su compañía.

--Aria y un niño maldito, ¿Eh...?

El orbe con el feto femenino. Los restos de <Evilus>. Las criaturas.

Su cabeza todavía giraba por todos los descubrimientos impactantes, y tantas preguntas que no fueron respondidas. Sin embargo, esos nombres estaban en la parte superior de la lista.

Eso era como Olivas había llamado a Axel y a Aizu en medio de la caverna.

Lo mismo había sucedido durante el ataque a Rivira. La mujer pelirroja, Revis, también llamaba a Aizu "Aria". Parecía que estaban buscando a alguien con ese nombre.

Y en cuanto a Axel, Olivas por alguna razón se refería a él como un igual, dos existencias que provenían del mismo lugar. Había sido un gran impacto para Lefiya cuando escuchó a Axel hablar sobre la vida que tuvo que soportar desde que era niño...algo muy oscuro que lo llevo a dejar atrás su humanidad para tener una segunda oportunidad para vivir.

Al no saber exactamente la conexión entre sus dos compañeros y estos seres misteriosos la tenían inquieta, por lo que fue con Aizu o Axel para pedir una respuesta. Desafortunadamente, esto no ayudó. Ninguno de los dos le contó algo sobre lo que sucedió en la caverna, lo que les dijo Revis, o quiénes eran <Aria> o el <Niño Maldito>.

Un "Lo siento" fue todo lo que la chica rubia ofreció. Con la voz inestable, Aizu probablemente no entendió la situación por sí misma. Mientras que con Axel, este solo había soltado un pequeño suspiro mientras que le dijo "Es algo de lo que prefiero que nadie más profundice", evitando las preguntas que Lefiya le hacía e ignorandola increiblemente.

--Uwahh...sé que está mal presionar para obtener respuestas, pero...

Ella gimió.

*Plop*. Ella rodó en la cama.