Maldición Lan

-------Dulce amargo-------

La mañana era hermosa y las aves cantaban sobre las montañas al rededor, los años habían pasado como agua entre los dedos, el mundo del cultivo no volvió a hablar sobre los demonios de la montaña de Gusu ya que era sinónimo de mal presagio, sin embargo en la ciudad de Caiyi las cosas eran ligeramente distintas, el pueblo continuó su comercio con el resto del mundo pero cuando alguna secta llegaba para querer dominar el territorio eran echados por su propia gente.

Ellos podrían seguir en paz siempre que no hubiera otra guerra por intentar usurpar el territorio, el mundo los veía como demonios pero para ellos eran sus ángeles, tanto Jin GuangYao como Wei WuXian se ganaron el amor y apoyo de la gente.

Esa mañana Wei WuXian caminaba por los puestos comprando papas y rábanos, algunas especias y porsupuesto carne, al lado de Jin GuangYao había aprendido a manejar más la cocina o eso decía su familia, para él siempre sería mejor si la dosis de ají era un poco más alta de la recomendada.

Cuando su hijo nació perdió el núcleo dorado que había servido de alimento para su propio bebé, estuvo en coma durante un mes entero pero cuando despertó se encontró con una escena que jamás habría soñado presenciar.

Lan WangJi tenía la mirada más dulce que jamás pudo imaginar y en sus brazos un bebé perfecto, la sonrisa de Lan Zhan emitía una idolatría tan profunda, balanceó al pequeño para que durmiera mientras le alimentaba con un biberón hecho al parecer de jade con forma de conejito blanco.

Inconscientemente sonrió, era hermoso, debería agradecerle a los dioses por Lan Zhan, Lan WangJi alzó la vista y le sonrió más ampliamente, - Es nuestro hijo, nuestro A-Yuan -.

La mujer del puesto comenzó a aplaudir frente a su cara debido a que se había perdido en los recuerdos, - Oh, lo siento -, la mujer le sonrió, - ¿Pensando el amor? -, Wei WuXian se puso rojo, - Ah, no, no, nada de eso, jeje, solo pensaba en mi hijo, hoy será la primera vez que vaya a practicar cacería nocturna y ya sabe, un padre siempre se preocupara por su bebé aún cuando llegue a los cien años -, su sonrisa fue honesta.

Al principio había rechazado la idea de nombrar a su pequeño como a aquel niño al que no pudo salvar, sin embargo terminó aceptando y le dió el nombre de cortesía SīZhuī en honor a aquellos bebés Wen que tanto quiso.

Pasado medio día ya se encontraba con Jin GuangYao preparando la comida para todos cuando escucharon el alboroto en el patio trasero, - Yo voy -, dijo A-Yao dejando el cuchillo en la mesa, tanto JingYi como SiZhui entrenaban con fiereza, JingYi llevaba un año desde que empezó a salir a cacerías nocturnas con su padre Lan XiChen y estaba preparando a su primo, al parecer habían roto el corral de las gallinas y los pobres animales habían salido volando por todos lados.

- No le vayas a decir a bàbà -, le decía JingYi a su primo mientras con habilidad había conseguido atrapar a tres gallinas ya, SiZhui simplemente se cubrió la boca mientras reía puesto que justo detrás de JingYi estaba el tío A-Yao.

- Lan JingYi -, el chico se congeló dejando caer a las pobres gallinas que salieron huyendo del lugar,
- Bàbà -, se dió la vuelta muy despacio hasta quedar frente al hombre que lo vió nacer, Jin GuangYao se masajeaba el entrecejo, - Primero vuelve a construir lo que arruinaste y después ve por las gallinas -, le apuntó con el dedo, - Si no terminas antes de las tres no irás con A-Zhui -.

JingYi sostuvo su túnica fuertemente mientras asentía, - Sí bàbà, ¿te he dicho que te amo? -, Jin GuangYao hizo un ademán de no darle importancia mientras negaba y regresaba a lo que sea que estaba haciendo.

JingYi se giró hacia su primo,
- A-Zhui, ¿por qué no me dijiste que estaba ahí? -, SiZhui sonrió nuevamente, - Lo siento A-Yi pero como te lo decía sin decírtelo -, ambos pusieron manos a la obra.