-------Promesa-------

651 85 45
                                    

Jin GuangYao se sentó en el comedor familiar tomando su té, las cosas no podrían estar peor ahora mismo, por suerte ni Lan JingYi ni él estaban en peligro, pero si Nie HuaiSang descubre a Wei WuXian y su hijo probablemente los asesine, el último día que se vieron antes de que el núcleo dorado de Jiang WanYin le fuera extraído él le confesó saberlo todo, desde la avaricia de la secta Jin por el sello del tigre estigio y sus campos de experimentación hasta la muerte de Da gē.

HuaiSang estaba desesperado y lo amenazó con decirle al mundo la verdad pero él no tenía nada que perder, se había acercado y lo había mirado a los ojos diciendo con orgullo, - No me importa, no te tengo miedo Nie HuaiSang, ni a tí ni a tu maldito hermano -.

Suspiró y se levantó de su lugar, se dirigió a la habitación de su hijo, lo vió hacer penitencias por la situación en la que había metido a su primo pero ninguna penitencia lo podría absolver en caso de que ellos mueran.

Habían controlado la maldición en apariencia ya que solo habían cedido a la mayoría de caprichos de esos dos, era obvio que Lan WangJi se volvería contra ellos y Lan XiChen si algo le pasa a su familia, tal vez todo acabaría con la muerte de la suya también, en el mejor de los casos.

Llamó a la puerta tres veces y en ninguna obtuvo respuesta, masajeó su entrecejo, seguramente su último día estaba a la vuelta de la esquina, entró sin más a la habitación y sobre la mesa había una nota, la tomó y leyó, "No puedo quedarme con los brazos cruzados, iré a rescatar a mi primo y mi tío".

Respiró profundamente y cerró los ojos arrugando en su mano la nota, la energía remanente no distaba mucho en tiempo, seguramente un par de horas, tal vez lo encuentre si se apresura, con velocidad desenfundó a Hensheng que había sido recuperada y partió dejando caer la nota por si Lan Huan o Lan WangJi volvían aunque era imposible.

Era momento de usar todo el conocimiento del que era poseedor, tal vez y con suerte Qinghe Nie no había cambiado mucho.

°°°°°

La joven doncella estaba sorprendida, un hermoso hombre la tenía acorralada contra la pared como en aquellas novelas románticas, él era tan guapo y su edad no distaba a la suya, probablemente uno o dos años mayor, sus labios picaron cuando vió aquellos carnosos tan cerca, alzó la vista pero las palabras no salieron, el chico le sonrió y habló, - Perdóname por tomarte así pero dime ¿eres de aquí? -, ella negó.

- ¿Conoces a alguien aquí?, es que necesito ayuda interna, mi primo y mi tío fueron arrestados solo por capricho de un chico cualquiera y los quiero ayudar a escapar, ya sabes, la familia es lo más importante, tu te ves muy bonita y seguramente eres muy buena, ¿me ayudarías? -, la chica bajó la mirada, estaba completamente sonrojada, - Sí, sí conozco el lugar, ¿quién fue el culpable de que los arrestaran? -.

El chico hizo una mueca de tristeza, - Se presentó como Jiang RuLan y se portó muy grosero -, la chica abrió la boca, - Lo conozco muy bien -, hizo un puchero y giró el rostro, su barbilla fue tomada por el guapo chico frente a ella.

- ¿Entonces me ayudarás? -, el chico le dio una sonrisa encantadora, ella volvió a sonrojarse y asintió suavemente, - ¿Cuál es su nombre joven amo? -, Lan JingYi se congeló, sabía que no era buena idea compartir su nombre aquí.

- Meng Yi -, la joven sonrió y JingYi dejó de rodearla, ella asintió, - Me llamo Ouyang ZiZhen y soy la hija del líder Ouyang -, JingYi dió una suave reverencia y ambos comenzaron a caminar, la joven Ouyang iba al frente, conocía bien el camino a las mazmorras de la secta Nie ya que algunas veces se escondió ahí cuando discutía fuertemente con Jiang RuLan por su mal genio.

Ella se sentía como en un cuento de hadas de esos dónde la protagonista encuentra al amor de su vida unos días antes de casarse por acuerdo político, el joven Meng era realmente guapo y carismático.

Maldición LanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora