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Por alguna razón, la multitud estaba aún más eufórica de lo habitual, a pesar de que Clarke estaba restringida en un taburete durante sus sesiones. Quizás forma en que cantó esa noche. Más fuerte y áspero, solo para compensar su incapacidad para mantenerse inactiva.


Sin embargo, al final de la noche su voz se escuchaba más ronca de lo habitual. Sabía que había exagerado. Demasiadas distorsiones, demasiados gruñidos.


¡Mierda!. Regresó a su puesto con la ayuda de algunas clientas entusiastas y se las arregló para despedirlas antes de que le compraran bebidas. Fue entonces, que todo se quedó en silencio. O más bien, lo más silencioso posible en un bar enorme con música y una multitud eufórica.


Sus compañeras de banda aún estaban en el escenario, empacando sus instrumentos y cables, así que ella se recostó y bebió un vaso de agua para calmar su garganta.


―Hey, ¿estás bien?―


Clarke levantó los ojos. No tenía que mirar para saber quién era. Pero ella miró de todas formas.


E hizo una mueca. ―No―, murmuró.


La preocupación inmediata llovió sobre ella.


―¿Por qué? ¿Te duele el pie? ― Lexa estuvo a su lado a la velocidad de la luz, sosteniendo su mano, con ojos preocupados.


Clarke negó con la cabeza y señaló su garganta. ―Canté más fuerte de lo normal ―.


―Seguro que sí. No me perdí tu espectáculo. Estuviste genial allí afuera..―


―Lo sé. En fin, estaré bien.―


―Es bueno oír eso. Ahora y cambiando de tema, vine a preguntarte si necesitas que te lleven a casa―.


Clarke miró a Lexa en shock. ―¿Qué no me ibas a llevarme?―


―Tengo la intención de hacerlo. Simplemente no estaba segura de si tú querías ―.


―Me lo debes, así que no hay duda al respecto―.


Lexa suspiró y puso los ojos en blanco. ―Clarke, sé que quieres que te lleve a casa, pero en serio, tenías que decirlo de esa forma―.


―Puff, yo solo sé, que tú sabes, él por qué no puedo conducir yo misma hasta mi casa―.


―¿Vas a continuar haciéndome sentir culpable y ordeñarme para siempre por ello?―


―La culpa es una mierda, lo sé pero ordeñarte es. . . ― La sonrisa de Clarke se convirtió en una mueca cuando Lexa le enterró su dedo en las costilla.



―Déjate de tonterías y respóndeme como se debe. Ahora ¿Es un sí o un no? ―

LA ESTRELLA DE ROCK Y LA GERENTE  (CLEXA/LEXARKE AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora