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Las cosas ya no eran las mismas. Ese beso en la mejilla significó algo. Clarke no podría ignorarlo aunque quisiera. Lexa había hecho el movimiento y ahora la pelota estaba en su campo. Podía enviar la pelota rápido y fuerte, por la línea. O podría enviar la pelota suavemente, colocarla en el medio, para devolver el servicio.


Si es honesta consigo misma, tendría que admitir que Lexa es una mujer preciosa. Y después de pasar más tiempo con la gerente, la mujer no parecía tan mala. Incluso si no es su tipo.


Ese beso. Hizo que se tocara la mejilla muy a menudo de camino a casa. Y después de llegar a casa. Y mientras se acostaba en su cama antes de quedarse dormida. Fue completamente inesperado, pero no para mal. ¿Fue una sorpresa agradable?. Más o menos, si.


Y ahora, no podía apartar el beso de su mente al entrar al bar. ¿Lexa ya estará ahí?


¿Estaría esperando que le dijera algo? ¿O estaba pensando demasiado en ello?


―Hola, Clarke.―


Idiota-gerente-osa.


Clarke se dio la vuelta.


―Ah...¿Estas bien?―


Una radiante sonrisa la saludó. ―Muy bien. Gracias por llevarme a casa sana y salva ―.


―¿Recuperaste tu coche?―.


Una sonrisa tímida le advirtió, de una solicitud inminente. ―Estaba pensando en pedir un aventón para recogerlo―.


―Parece que crees que estoy muy dispuesta a llevarte a mi casa―.


―¿Por favor?― Los ojos de cachorro de Lexa volvieron a aparecer.


―No hagas eso si quieres que te lleve.―


La castaña sonrió. ―Bien, bien ya entendí. Gracias, Clarke. Nos veremos más tarde ―.


La rubia vio como Lexa se alejaba del escenario, hacia el bar. La torpe-gerente no se había comportado de manera diferente. Era como si el beso nunca hubiera existido. ¿O fue porque estaban en el trabajo? Tal vez.



Esta noche fue una de esas noches. Y por "una de esas noches", Clarke se refería al tipo de noche en la que el alcohol es inevitable. Cumpleaños y personas demasiado entusiastas.


Esas fueron las principales razones para la ingesta de alcohol y esta noche, hubo un cumpleaños y algunos fans demasiados entusiastas.


Primero tuvo que beber un poco de cerveza para brindar por la cumpleañera. Entonces las amigas de la cumpleañera parecieron tomarle simpatía y la invitaron a beber, así que tuvo que beber algunas más. Al final de la noche, Clarke estaba fuera de sí.

LA ESTRELLA DE ROCK Y LA GERENTE  (CLEXA/LEXARKE AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora