LA ESTRELLA DE ROCK Y LA GERENTE (CLEXA/LEXARKE AU)

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A la mañana siguiente, Lexa se despertó en su cama. A diferencia de otras mañanas, ella no saltó de la cama y comenzó su día con una sonrisa. En su lugar, se quedó en la cama y observando.

Sus ojos mirando en el techo desnudo, pensando en las estrellas pegadas en el techo de Clarke. Es uno de los lados infantiles de la rubia, que desmentía la imagen áspera y dura que proyectaba como cantante de rock.

Un oxímoron. Esa es la Clarke que está conociendo. Una mujer que disfrutaba del humor rudo. Una mujer que puede ser dulce hasta los huesos. Una mujer que puede mantener su propia fortaleza. Una mujer que en secreto, le gusta que la cuiden. Clarke es un poco de todo. Ella es intrigante.

Y sintió que la cantante también la está tentando. Poniendo a prueba sus límites. Poniendo a prueba su profundidad. Clarke tiene una forma extraña de hacerlo y parece hostil a veces, pero Lexa noto que al enfrentarse a Clarke y establecer su propio terreno, también estaba aprendiendo mucho sobre sí misma.

Empujando sus brazos sobre su cabeza, se estiró perezosamente y finalmente se levantó de la cama. Se alegró de tener esta mañana para pensar las cosas, a la luz del día. Fue algo bueno que Anya no estuviera despierta cuando regresaron, fue así como logró convencer también a Clarke de que la dejara ir a casa. Se requería cierta distancia, decidió. Porque cada momento con Clarke era emocionante e impredecible y un poco como una batalla. Ella necesitaba algo de tiempo para calmarse.

El resto de la mañana transcurrió como cualquier otro día. Ella estaba en medio de una sesión de yoga de estiramiento cuando su teléfono se encendió. El nombre de Clarke estaba destellando en él.

¿Por qué esta llamando?

―Buenos días, rockera―.

Se escuchó una risa. ―¿Qué pasó con lo 'imbécil'?―

―Es demasiado pronto para eso. ¿Sucede algo?―

―Tengo hambre.―

―¿Estabas esperando que te prepare algo?―

―¿Tienes hambre?―

―Mas o menos.―

―¿Quieren almorzar conmigo?―