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Harper golpeaba la mesa con sus dedos, creando una secuencia de tambores sobre la superficie de madera. Clarke estaba recostada en su silla; una pierna sobre la otra, observando la vela encendida entre sus copas de vino. Habían compartido las historias de sus días y gradualmente, se quedaron sin cosas que decir; cayendo así el silencio.


―¿Puedo decir algo?― Preguntó Harper.


Clarke enarcó una ceja. ―Di lo que quieras―


―Sólo quiero ser honesta. No me gustan los rodeos―


Clarke sonrió. ―Ni a mí. Habla sin pelos en la lengua―.


Harper se rió y negó con la cabeza. ―Tú y tus bromas sucias.― suspiró. ―Honestamente, me gustas. Pero no creo que funcionemos como pareja―


Sentándose y bajando la pierna, Clarke respondió: ―Es gracioso que digas eso. Estaba pensando exactamente lo mismo.―


―Así que estamos de acuerdo en que esta cosa entre nosotras, no va a ninguna parte―. Clarke asintió.


―Muy de acuerdo.―


Harper se echó hacia atrás, con alivio grabada en su ceño. ―Eso fue más fácil de lo que pensé.―


Con una risa baja, Clarke se pasó los dedos por el rubio cabello. ―Iba a comentarlo antes de que tú lo hicieras, así que me alegra que lo hicieras primero―


Ojos curiosos se fijaron en los suyos, profundos y perceptivos―No te culpo por nada, quiero decir, solo nos estamos conociendo, y no es como si estuviéramos en una relación seria, pero tu corazón no parece estar en esto. ¿Estoy en lo cierto? ―


Clarke frunció los labios. Harper era una mujer agradable y hasta ahora había sido perfectamente razonable. Ella merecía una respuesta honesta. ―Tienes razón.―


Harper sonrió un poco. ―Tienes a alguien más en tu radar―


―No es eso.―


―¿Oh? ¿Entonces en tu corazón? ―


Con un suspiro, Clarke le contó a Harper todo sobre su desastrosa ruptura con Nia y cómo había llevado a una venganza infligida por su hermano. Al final resultó que, Nia tuvo que mentirle a su hermano sobre su ruptura, porque él no sabía la verdad de su sexualidad. Una cosa llevó a la otra y Clarke terminó siendo el chivo expiatorio de todo el asunto.


―¿Sabes lo que dicen sobre volver al caballo, justo después de caerse?― Clarke negó con la cabeza. ―No siempre es una gran idea―


Harper apretó ambas manos contra su pecho. ―Soy ese patético caso de rebote―


Clarke se rió. ―No puedes ser un rebote, si no hay nada de lo que deba rebotar. Solo salí con Nia poco más de un mes. No fue nada serio, pero ella se en gancho demasiado, demasiado rápido ―.

LA ESTRELLA DE ROCK Y LA GERENTE  (CLEXA/LEXARKE AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora