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El futbolista del Arsenal manejaba por las calles turísticas aproximándose a la naturaleza, específicamente al bosque. A Vianey le dio la sensación de que la estaba secuestrando pero sinceramente quería pasar tiempo con Benjamin.

-Hemos llegado- Benjamin estaciona el auto en una área rocosa y se baja de este. Vianey dudaba en bajarse, así que el británico se acerca a abrirle la puerta -Todo bien?- sonríe de lado.

-Es solo que... traigo tacones y...- decía pero Benjamin ya se había puesto a trabajar y de la parte trasera del auto saca unos tenis.

-Los puedes usar- se ofrece con ternura.

-Oh... gracias...- Vianey se sonroja mientras se ponía los tenis para después caminar por el bosque.

El sonido de la naturaleza hacía que tanto como Benjamin como Vianey se sintieran relajados y perdieran la noción del tiempo. Eso si la caminata ya no la aguantaba la mexicana -Todo bien?- pregunta el inglés.

-Si- intenta agarrar aire -Sigamos- insiste.

-Podemos descansar- detiene.

-No no! Cuánto más falta?

-Como 20 minutos más- Vianey no iba a aguantar más pero estaba dispuesta a hacer el sacrificio y no por la apuesta, sino porque de verdad quería demostrarle a Benjamin que era fuerte.

-Sigamos.

-Quieres que te cargue?- pregunta ocultando algo.

-De verdad?- Vian no creía que Benjamin se ofreciera tal cosa.

-No que! Camínele! Que ya falta poco- apresura Benjamin regresando a su típica personalidad y Vian sólo rueda los ojos con una sonrisa.

Y siguen caminando hasta llegar a un barranco con una bella vista de la puesta del sol que estaba a punto de darse. -Woah... que hermoso- se le escapa decir a Vian.

Benjamin le pone de buen humor que Vianey disfrute de la vista -Cuando no estoy de buen humor vengo a este lugar para relajarme y despreocuparse de mi vida. Lo uso principalmente para escapar de todos mis problemas y de la prensa. Nadie sabe de este lugar, ni mi hermana pues es mi secreto y hay veces en las que quiero estar solo. Así que vengo aquí y me la paso horas disfrutando de la naturaleza- confiesa y Vian se sorprende pues le tuvo la confianza de decirle y mostrarle este lugar.

-Te entiendo, Benjamin. Yo también aveces quiero escapar de mi vida. Hay ocasiones en las que hubiera deseado jamás ser famosa...

-Por la privacidad- termina de decir Benjamin ganándose la mirada de la mexicana.

-Exacto- los dos se miran detalladamente y poco a poco se inclinan hasta el punto de que sus narices se rozan y si no fuera por una brisa fría qué pasó esto hubiera terminado en algo más.

Vian hace un gesto de que tenía frío -Tienes frío?- pregunta el atleta y ella asiente -Toma- sin dudarlo le pone su sudadera para que Vian entre en calor.

-Qué hay de ti?- pregunta preocupada.

Benjamin sonríe -Me gusta el frío. Me agrada que te preocupas mucho por las personas cercanas a ti. Tuviste el valor de venir a verme consiente de que no quería hablar con nadie por mi enojo, pero lo hiciste por tu amiga. También has protegido y consentido a tu hermana y la mía. Y te has tomado el tiempo de conocer mi verdadera personalidad. Me has demostrado que eres diferente a otras chicas.

-A qué te refieres a "verdadera personalidad"?

-No soy como muchos dicen que soy. Actúo de manera diferente hacia la prensa. Soy engreído, presumido y egoísta. Y la razón es para que nadie erróneo a mi se acerque pues aveces me terminan lastimando. Mi mamá me crió como un chico caballeroso y respetuoso aunque debo decir que aveces me dejo llevar por la fama solo por diversión y experimentar a pesar de luego sentirme inconforme conmigo mismo.

-Aww... Benjamin...

-Y tu Vian, has sido pacientes conmigo. Nunca te diste por vencida conmigo. Has demostrado que puedo confiar plenamente en ti. Y agradezco que hayas aparecido en mi vida.

Acaso aquello era una confesión de amor? Tanto Vianey como Benjamin no estaba seguros. De parte de la mexicana, ella tenía la idea de que aquello significaba amistad pues no quería pensar más allá de romance por miedo a enamorarse de él. Y por parte del británico, jamás se había expresado así con alguien y por alguna extraña razón él se sentía sumamente cómodo y feliz en presencia de ella.

A Vianey le cayó de golpe la realidad y supo que ella está aquí por una apuesta. Le dolió demasiado que hasta cierto punto estaba usando al futbolista pero es que quizá poco a poco le estaba gustando.

-Benjamin, hay algo que te tengo que decir...- inicia preocupada pero Benjamin la interrumpe.

-Eres especial, Vianey Navarrete- con su pulgar toca los labios de la mexicana y sin permiso alguno pega sus labios con los de ella para darle un beso profundo.

Vianey se deja llevar por unos segundos pero se separa al recordar que es culpable -Yo...

-Tienes razón. Lo siento. Es evidente que aún sigues lastimada por lo que te hizo Chilwell.

-No. No es eso- este era el momento perfecto para decirle? -No quiero apresurar las cosas y que tú salgas lastimado- responde discretamente haciendo que White le regale una hermosa sonrisa.

-Te entiendo. Podemos ir despacio si con eso te sientes mejor- relaja.

-No te merezco, Benjamin White.

-Ven aquí- la toma por los hombros para abrazarla y juntos ver el atardecer como una pareja.

𝐇𝐄'𝐒 𝐀𝐋𝐋 𝐓𝐇𝐀𝐓 :: 𝗕𝗘𝗡𝗝𝗔𝗠𝗜𝗡 𝗪𝗛𝗜𝗧𝗘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora