Ya han terminado de grabar todo lo que tenían programado aquel día disfrazados de princesas y, mientras algunos no paran de echarse fotos para el recuerdo y para subir a las redes para encandilar al fandom con aquellas pintas y otros lo único que quieren es quitarse ya los vestidos y las pelucas y borrar aquello de sus mentes, Kun se escabulle de la sala de ensayo que WayV tiene asignada en el edificio de la SM y recorre los pasillos hasta llegar al lugar en el que sabe que él debe de estar. Se cruza con varias personas conocidas en el camino, pero trata de que su intención no se vea reflejada en su rostro porque, al menos, la mayoría de los miembros de NCT saben perfectamente lo que está tratando de conseguir, yendo vestido de aquella forma hasta aquella pequeña sala en la que TaeYong suele trabajar para componer —es casi de dominio público que el mayor tiene una especie de kink con Blancanieves—, y cuando llega hasta el lugar, no se molesta en llamar siquiera a la puerta, entrando directamente.
Kun cierra la puerta a sus espaldas, echando el pestillo para que nadie entre a aquella pequeña y oscura sala en la que solo hay una mesa con un ordenador enorme, una silla en la que TaeYong se encuentra sentado con los cascos puestos y un sofá en el lateral de la alargada y estrecha habitación. El mayor aún no se ha dado cuenta de que ha entrado, demasiado ensimismado con lo que estuviera componiendo en aquellos momentos. Kun no puede evitar suspirar profundamente, nervioso ahora que está allí, a pesar de que desde el instante en el que eligió días atrás el disfraz de Blancanieves para aquello, sabe perfectamente lo que quiere y lo que va a tener.
Con cuidado de no sobresaltarlo demasiado, se acerca a TaeYong y pone una mano en su hombro para llamar su atención. Lo primero que hace el mayor es pausar la música y quitarse los cascos con bastante lentitud, para después girarse en la silla y encararlo. Cuando lo ve, una expresión de absoluta sorpresa no tarda en aparecer en su rostro, los ojos abiertos de par en par y su boca formando una enorme "o". Kun no dice nada, porque no sabe qué decir, así que, simplemente da un paso atrás y se toca la falda del vestido, moviéndola un poco mientras le enseña el traje a TaeYong.
—¿Estás así vestido por... algo en especial? —le pregunta.
—Una fiesta de princesas para el cumpleaños de SiCheng y una dance practice de Halloween para Bad Alive —responde.
—Y... ¿has elegido Blancanieves por algo en especial? —pregunta, con un tono de voz sugerente que provoca que Kun tenga que tragar saliva porque la boca se le ha quedado seca.
—Puede ser... —dice, tratando de sonar de aquella forma también.
—Y... ¿puede ser que la razón sea —TaeYong se levanta de la silla y camina hacia él hasta quedarse a tan solo unos centímetros de su cuerpo y así poder hablar contra su oreja—, cumplir una pequeña fantasía?
—Puede... —replica, sin aliento.
—Mmmm... si es así... sabes que tengo muy poca paciencia...
참을성이 없네 정말 날이 샐 때까지
너를 괴롭혀줄 테니까
가까이 와 내게 보여줘 봐 너의 fantasy 를
내가 아주 친히 예뻐해 줄 테니까 right
(I have no patience
I'm gonna bother you till the day is over
Come closer, show me your fantasy
I'm gonna slowly show you love, right)
Kun no sabe cuándo van a ir a buscarlo, así que, no sabe de cuánto tiempo disponen hasta que alguien se dé cuenta de que ha desaparecido vestido de aquella forma y está seguro de que el primer lugar en el que mirarían sería aquel. TaeYong lo sabe también perfectamente y no tardan en comenzar, porque el escaso tiempo del que dispongan, lo quieren aprovechar bien, además, Kun puede notar en la forma en la que las manos del mayor tocan todo su cuerpo a la vez, que éste siente una gran anticipación. Cada vez está más seguro de que aquello ha sido una buena idea, aunque haya tenido un momento de duda.