MarkNo

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            La parte interior de su muñeca comenzó a picarle de forma totalmente aleatoria en mitad de la clase de Geografía de la Península Coreana y el chico tuvo que dejar el boli con el que estaba cogiendo los apuntes de aquella clase del demonio para poder rascarse la zona interna de su muñeca izquierda con rapidez y fuerza, como si de aquella forma se pudiera arrancar incluso las letras que conformaban aquella frase que tenía incrustada en su piel desde que había nacido. El picor le remitió unos momentos después, pero Jeno no volvió a coger el boli de forma inmediata porque se quedó mirando aquella frase que lo había acompañado siempre, una frase bastante curiosa y extraña.

Jeno no estaba especialmente seguro de que quisiera conocer a su alma gemela porque las palabras que estaban escritas en su muñeca no eran demasiado alentadoras. "¡Cállate, gilipollas!" no era lo mejor que podía haber escrito ahí —aunque tampoco era lo peor, porque lo que había adornado la muñeca de su hermano durante sus primeros veintitrés años de vida hasta desaparecer cuando se encontró con su alma gemela había sido un "fóllame, maldita rata"—, ya que conocía a personas que tenían frases preciosas. RenJun, su compañero de clase, sin ir más lejos, lo que tenía escrito era un "eres precioso"; sin embargo, en su familia aquello no parecía ser lo normal y, ante sus almas gemelas, las primeras palabras que recibían de éstas, eran cosas bastante malas. Jeno ni siquiera quería saber qué era lo que le haría a su alma gemela en el futuro para que lo primero que ésta le dijera fuera aquello —tenía curiosidad cuál sería su respuesta, eso sí, porque probablemente habría alguien en aquel mundo con otra palabrota escrita en su muñeca como respuesta a su "¡cállate gilipollas!"—.

El chico sacudió su cabeza y dejó de enfocarse en su muñeca, cogiendo el bolígrafo que había soltado hacía unos momentos para centrarse de nuevo en lo que aquel aburrido profesor tenía que contarles sobre los diferentes tipos de rocas que formaban las cordilleras de la península, dejando un espacio en blanco en el folio para después rellenarlo con los apuntes de RenJun, que no dejaba de tomar notas como un loco en la clase. Ya tendría tiempo de preocuparse por su alma gemela cuando ésta hiciera aparición frente a él, mientras tanto, tenía una carrera bastante aburrida que sacarse.

~

—Tengo entradas para el estreno de Endgame —dijo RenJun cuando se sentaron a comer en la cafetería, después de una mañana llena de clases en las que apenas habían tenido tiempo para dedicarse palabra.

—¿¡Cómo!? —le cuestionó.

Hacía semanas que se habían acabado las entradas, de hecho, se habían acabado las entradas para el estreno casi al segundo de haber salido y ellos se habían quedado sin poder ir al estreno y habían tenido que coger las entradas para una semana después. Jeno llevaba desde entonces preocupado porque no sabía cómo narices iban a evitar los spoilers cuando vivían en Twitter las veinticuatro horas del día, pero había estado barajando la posibilidad de morir virtualmente y vivir con tapones en las orejas diariamente durante esa semana para no ver ni escuchar ningún spoiler.

No sabía cómo el chico podía haber conseguido las entradas, menos cómo había podido pagarlas porque había visto que las estaban revendiendo por internet a unos precios desorbitados, más cuando el estreno era en literalmente dos días, y él no era ChenLe, que podía permitírselo simplemente parpadeando —de hecho, ChenLe había comprado todas las entradas de una de las salas de los cines más exclusivos de la ciudad y solo había invitado a JiSung a ir con él, dejándolos a ellos dos tirados—. DongHyuck también había conseguido un par de entradas, pero éstas habían sido para él y para su novio Mark, así que, los únicos pringados que se habían quedado sin poder ver la puñetera película en el estreno, habían sido ellos dos.

—Magia —comentó el chico, con una sonrisa enigmática.

—Si Kun ha conseguido falsificar una entrada de cine y luego nos presentamos allí y se dan cuenta de que es falsa, no nos van a dejar volver al cine nunca más —replicó Jeno.

NCT Drabbles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora