¿Donde estan mis recuerdos?

Es cierto.. Me gusta

Desperté con un gran ánimo. La alarma de Dana acababa de sonar y yo ya estaba lista para contarle todo lo que pasó en la noche. Al ver a Dana estrujar sus ojos y colocarse sus aparatos auditivos le hable de inmediato.

- DANA.

Se sobre salto un poco porque subí un poco mi tono de voz. Ella me empezó hacer señas.

- me asustaste.

- oh, lo siento Dana... Es que estaba muy emocionada de contarte lo que pasó anoche.

- y qué tal te fue?.

- muy bien Dana y Daniel fue todo un caballero.

- de verdad?. Más le vale ser un buen chico contigo.

- lo fue. A mitad de la película tomo mi mano y preguntó si eso me incomodaba o no. Ningún muchacho de nuestra edad pregunta eso.

- tal vez sus padres le inculcaron buenos valores. El día que te llevaron al hospital, se veían muy buenas personas.

- si. Seguro es eso.

- y luego que paso?

- pues cuando nos despedimos me dio un tierno beso en la mejilla y me invitó la próxima semana a una cita pero solo los dos.

- woow en serio?. Entonces le gustas Luci.

- tú crees?

- es más que obvio, hasta un ciego podría verlo.

- vaya, y ahora que hago?

- como que que haces?. A ti te gusta también?

- no lo sé. Todo paso tan rápido.

- pues yo creo que sí te gusta.

- porque lo dices?

- por la forma en que te pones cuando hablas de el.

- es cierto... Me gusta.

- bueno espero que tengan algo lindo y que te ayude a avanzar.

- pues si, pero aún no somos nada. Quiero que lo llevemos con calma.

- claro eso es lo mejor que debes hacer.

- bueno ve a arreglarte para poder peinarte.

- de acuerdo.

Dana se levantó de la cama y se fue de mi habitación para arreglarse. Yo pues, entre al baño, cepille mis dientes y luego me di una ducha caliente, mientras mis ojos estaban cerrados, recordaba cada bonito detalle de esa noche. Luego de mi ducha, me envolví en una toalla seca y salí del baño para buscar algo que ponerme en mi armario. Me coloque algo decente esta vez y a los segundos entró Dana para que la peinara. Y lo hice en 15 minutos. Quedo hermosa como siempre.

Bajamos a comer el desayuno y como siempre era algo delicioso.

- hola mis niñas. Aquí está sus desayunos.

- gracias Elena.

Comimos todo lo que había preparado, pan tostado con mantequilla y queso y un vaso de yogurt. Al terminar de comer, me despedí de Dana que ya se tenía que ir a la escuela. Y yo pues quise ir al ático a ver qué tal quedó. Subí las escaleras y luego abrí una pequeña puerta. Cuando entre todo estaba limpio pero le faltaba algo. Le faltaba color, decoración. Un pequeño recuerdo vino a mi mente. Yo antes pintaba. Así que podía darle un lindo toque a este lugar.

Busque pintura en todas partes hasta que pareciera que encontré un tesoro. Encontré mucha pintura y de tonos muy bonitos de color. Así que me puse manos a la obra.