————————CAPÍTULO DOS
Familia de rubios———————
DIANNE NO SE PODÍA QUITAR DE LA cabeza las palabras de su tío, ni siquiera mientras los días pasaban, uno tras otro. No dejaba de darle vueltas al tema, procesando toda la información que le habían dado.
No acaba de entender como algo así se le podía haber escapado al Ministerio, pero le había dado su palabra a su tío. Su palabra de que le creía y de que pensaría en un plan para mostrarle al mundo que era inocente. Y que, por tanto, debía estar en la calle y no en aquel lugar apestoso.
A pesar de que su mente no dejaba de trazar plan tras otro, se aseguró de que sus acciones no delataran lo que pensaba. En los días siguientes a su visita a aquel lugar tan horroroso, mantuvo su rutina de verano intacta, para que cierto hombre de cabello rubio no le hiciera preguntas sobre temas que no eran su competencia. Leyó libros, atendió a todo aquello que su madre requería, montó a los caballos y los pegasos, jugó al Quidditch con su hermano… todo lo que ella solía hacer, para no levantar ningún tipo de sospecha.
Aquella mañana, luego de salir a pasear a lomos de un caballo, Dianne bajaba las escaleras de la mansión con tranquilidad. Frunció el ceño con confusión al ver a su hermano parado en medio del pasillo, aunque lo que llamó su atención fue su atuendo. Draco vestía un traje verde oscuro, del mismo tono que el fondo de la insignia de Slytherin, y llevaba su pelo platinado peinado casi al milímetro.
—¿Hermano? —lo llamó, mientras se fijaba en su mueca contrariada—. ¿Qué ocurre?
Draco giró la cabeza al escuchar la voz de su hermana pequeña, mostrándole a esta su mueca de asco.
—Tenemos visita—farfulló entre dientes.
—¿Visita? —repitió Dianne, confundida—. ¿Quién?
Antes de que Draco respondiera, Narcissa apareció por la puerta que daba al salón principal. Repasó el atuendo de su hijo con la mirada, dándole el visto bueno, para luego desviar su mirada a su hija menor. Pestañeó varias veces, y sacó su varita. Apuntó hacia la rubia menor y murmuró algo por lo bajo.
Dianne contuvo una exclamación cuando la ropa que llevaba cambió de forma abrupta. Dejó de estar en aquellas telas cómodas, para pasar a un vestido demasiado formal para su gusto. Era de encaje en las mangas, las cuales llegaban un poco más arriba del codo, con escote de corazón. El torso se entallaba perfectamente a su figura, hasta dar con la cadera, donde se abría la falda plisada. Lo peor, y lo que disgustaba a la joven rubia, era que iba a juego con su hermano mayor.
Dianne esperó a que su madre se fuera y, murmurando algo por lo bajo, cambió el color de su vestido. Dejó de ser aquel verde oscuro horroroso, para pasar a ser negro azabache. Draco la observó con los labios hechos una línea, como si se lo hubiera estado esperado.
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Dianne y el prisionero de Azkaban³
Fanfic★ 𝟎𝟎𝟑.𝐃𝐈𝐀𝐍𝐍𝐄 𝐘 𝐄𝐋 𝐏𝐑𝐈𝐒𝐈𝐎𝐍𝐄𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐀𝐙𝐊𝐀𝐁𝐀𝐍 🐍| Con su vuelta a Hogwarts para tercer año, Dianne comienza a destapar secretos sobre ella misma. Secretos que no sólo le influirán a su persona, sino a cierto pelinegro de oj...