La Tranquilidad del Agua

8- Negligencia

Lan Xichen le ofreció la carta a Jiang Cheng al día siguiente después de la cena.

-¿Cómo ... cómo ...?- Lan Xichen temía que preguntar cómo se entregaría su carta sería impertinente, como si estuviera exigiendo que se enviara por espada mientras ese no era el caso en absoluto.

-¿Cómo enviaré la carta?- Preguntó Jiang Cheng.

Lan Xichen simplemente asintió.

-Por espada, por supuesto,- respondió Jiang Cheng, bebiendo el vino que había traído a la cena esa noche. -No me arriesgaré a enviarlo por tierra; eso llevaría demasiado tiempo y no es cien por ciento confiable.

-¿Me permitirás disculparme con el mensajero?

-¿Pedir disculpas? ¿Por qué?

-Lo estoy obligando a volar en este clima helado. Debería disculparme y decirle que se lo agradezco.

-No hay necesidad ... ¿Obligar?- Jiang Cheng murmuró antes de hablar claramente. -Xichen, en esta época del año, siempre pido voluntarios para entregar cartas enviadas por espada para no enviar accidentalmente a alguien que se sienta mal o que tenga un familiar enfermo al que cuidar. Ayer le dije a mis volantes de mensajes habituales que le estabas escribiendo una carta a tu familia. ¿Puedes adivinar qué sucedió?

Lan Xichen apretó los puños en su regazo, evitando los ojos de Jiang Cheng. Por supuesto, nadie se ofrecería como voluntario para volar a Gusu en esta época del año. No podía culparlos por eso. Si eso significaba que Jiang Cheng tenía que ordenarle a uno de ellos que volara, tenía más razones para disculparse.

-Todos se ofrecieron como voluntarios, Xichen,- dijo Jiang Cheng. -De todo corazón y sin reservas.

-¿Qué?- Lan Xichen susurró, mirando hacia arriba con sorpresa. -Seguramente no.

Jiang Cheng le sonrió. -Todos ellos,- repitió. -Se alegraron de verte deseando volver a contactarte con tu familia. ¿Verás? No hay razón para disculparse.

-Pero ...- No supo cómo terminar su oración. No podía entender del todo el hecho de que la gente se había ofrecido como voluntaria.

-Uno de ellos creció cerca de la frontera de Gusu, así que lo elegí para que entregara tu carta. Tiene una mejor idea de qué tipo de clima esperar y qué hacer si se encuentra con una tormenta de nieve.

Lan Xichen palideció. No había pensado en la posibilidad de una tormenta de nieve. -Quizás no deberíamos enviar esta carta,- dijo. -No te arriesgues. Espera hasta que la nieve comience a derretirse.

-¿En qué se diferencia de que yo envíe una carta a Koi Tower?- Jiang Cheng respondió.

-No está en las montañas. No es tan peligroso.

-Xichen, ¿Cloud Recesses nunca envía mensajes durante el invierno?

-Por supuesto que lo hacen. Pero esos son volantes de Lan. Conocen las montañas y el clima.

-Por eso elegí a Xiyao; él también conoce el clima. Es un volador experimentado, Xichen. No te preocupes.

Lan Xichen se inquietó un poco más antes de preguntar: -¿Estás seguro?

-Sí, estoy seguro.

Otra vacilación, luego, -Está bien.

-También enviaré una carta a A-Ling,- agregó Jiang Cheng. -Para invitarlo a Lotus Pier en ocho días. ¿Sigues estando bien con eso?

Lan Xichen asintió.

-Necesito que me mires y confirmes eso en voz alta, Xichen,- dijo Jiang Cheng. -No quiero hacer nada que te haga sentir incómodo.