Capítulo 2

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Mientras él caminaba, rumbo a su habitación, cerrando la puerta, tomó aire cinco veces tratando de tranquilizarse, de repente un celular suena con alerta de un mensaje nuevo.

Jimin va hasta el armario donde guardan sus ropas, se centra en la división de su marido, y empieza a buscar no sabe porque, pero algo lo impulsa hacerlo, o será más bien el haber visto a su marido sacándose foto de su celular con todos sus amigos, y entonces pensó "Si  el celular que sonó no es de él ni mio, ¿de quién es?.

Buscando mientras creía que el celular que sonaba era del amantes, su mejor amigo, una furia se arremolinan dentro suyo.

Hasta que dio con una mochila, su corazón empezó a latir rápidamente, agarró la mochila y la abrió sacó varias cosas, hasta que dio con el bendito celular. Cuando lo enciendo, teniendo cuidado ya que sus manos temblaban.

Lo vio.

Vio la foto de ese hombre junto con su mejor amigo, vio la foto de ellos  dos tan cerca sonriendose mientras se miraban.

Temblando,  y con cada acción que hacia su corazón, su alma, su cuerpo iban siento un dolor horrible. Entró a la galería vio puras fotos de ellos dos besándose, agarrándose las manos, abrazándose. Vio fotos desnudos de los dos, videos. Pero nada lo preparó para lo que vio a continuación.

Vio a todos sus amigos más cercanos reunidos con ese hombre que se hacía llamar su marido, y al otro farsante de su mejor amigo, reunidos en un viaje, todos alegres y sonriendo, se veían tan felices todos, que el sintió como todo su ser se congelaba, donde vio un apoyo ahora vio vacío, una oscuridad que arrasaba con todo lo que una vez él creyó.

Vio los mensajes que se mandaban con sus mejores amigos, en especial Kai "Jimin, nunca sospechara tú solo sigue haciéndolo" , los que se mandaban con su mejor amigo " Déjalo, y ven conmigo tú mismo me dijiste que te caliento mejor la cama que ese gordo."

Guardo todo cuando escucho pasos acercarse, lo dejó como estaba y se fue al baño, ni bien cerró la puerta, otra puerta se abrió.

—Cerecita ¿Estás aquí?

Jimin, se trago sus lágrimas y respondió:

—Sí, estoy aquí, creo que el desayuno me hizo mal.

—¿Seguro? Justamente en un día tan importante como nuestro aniversario.

Jimin se tapó la boca cuando un gemido traicionero quería salir.

—No te preocupes, abrita salgo. —Venteandose para tranquilizarse. —Ve con tus amigos.

—Esta bien, no tardes, Jimin.

Con las mil cuchillas que sentía Park, se levantó, se hecho agua a la cara, y se miró al espejo, vio toda su vida, los veintiocho años pasar por sus ojos, ver como día atrás estaba tan feliz, y hoy tan destruido.

Se arreglo y salió, para seguir fingiendo por el resto de la tarde.

Cuando tocó el tiempo del pastel, Jimin agarró un cuchillo y lo apretó con fuerza mirando el delicioso postre, y lo clavó sin ninguna duda pensando que ese pastel en realidad era el corazón del hombre que se hacía llamará "su marido".

—Noooo, ¿Porqué hiciste eso?. — Asustandolo, Kai le dijo mientras agarraba el cuchillo y lo sacaba.

—No importa con las velas lo disimulara. — Respondió Jimin, mientras acomodaba las velas.— ves, todo se disimula ¿no?

—Sí tienes razón, con las velas lo disimula.

Kai estaba a punto de agarrar la torta, cuando Bambam se le acercó y dijo :

—Yo se los llevó.

—Seguro. —Kai le dijo con nerviosismo, mirando de reojo a Park.

Jimin, solo camino como un cascarón sin vida, la luz en sus ojos estaban apagados, él chico risueño se estaba muriendo y nadie estaba ahí para salvarlo.

—Awww es una torta hermosa, cerecita.

—Sí que lo es. — Jimin sonrió mientras lo miraba a los ojos.

Kai, dijo: — Bueno, que Jaebum diga unas palabras antes de que soplen las velas.

Todos respondieron diciendo "Si, que diga." Cuando jimin solo quería que todo termine de una vez.

—Jimin, siempre habla todos los años te toca a tí, Jb.

En ese momento, Jimin no veía lo malo ahora se le cayó la venda de los ojos y se dio cuenta de varias cosas, era cierto él siempre era el que decía las palabras de agradecimiento, su marido nunca lo hizo mas que el día que se casaron."

—Bueno lo haré, primeramente quiero agradecer a todos por haber venido a darnos esta sorpresa, fue muy dedica y hermosa, gracias a mis amigos más cercanos y especiales, por estar aquí presente viendo nuestra felicidad en este pequeño departamento, los quiero.—Jimin lo miraba con ojos suplicante, esperando algo que sabía no iba a llegar, lo supo en cuanto vio que Jae evitaba su mirada— También quiero agradecer a Jackson mi amigo de la infancia por ayudarme con todo y llámarme estulto , me ayudaste mucho hermano, también te quiero.

Terminó diciendo. Jackson que vio que Jaebum no pensaba decir nada más, no pudo callarse tal vez por las copas de trago que llevaba o tal vez el agotamiento mental que llevaba le impulso a decir lo siguiente:

—Creo que te estas olvidando agracer a la persona que siempre te apoyo, y te convirtió en el hombres que eres ahora—se volcó y miró fijamente a Park.—¿no es cierto Jimin?—él no supo que decir, Jackson se dio cuenta, disimulando volvió a mirar a Jae— Es tu gran amor agradecerle a él también.

En ese instante todos los miraron con nerviosismo, Jimin los miraba a todos en especial a Bambam, vio lo disgustado que estaba con ese comentario.

—Por supuesto que iba hacerlo. — Jaebum dirigió su mirada inquieta a Jimin.—Gracias por ayudarme, por estar conmigo, en fin gracias por todo, Cerecita.

Jimin que estaba perdido en sus pensamientos, le sonrió

—De nada, Jb.—respondió en automático.

Cuando todo acabó, jimin se encontraba limpiando, mientras se quitaba su frustración. De un momento a otro siente unas manos en su estómago abrazándolo.

—Ven a hecharte, mañana yo lo lavó.— Jaebum le comentó mientras le daba un beso en su mejilla.

—No. Prefiero hacerlo ahora, mañana tengo muchas cosas por hacer.

Dijo Jimin mientras se escabullía del abrazo.

—Vamos, la noche es joven, yo mañana limpio.— Jaebum siguió insistiendo.

— Esta bien, voy si me responde algo primero.

—Seguro.

—¿Me amas?

—Eso ni se pregunta, Cerecita. —Respondió Jaebum mientras le sonríe.

—Está bien, otra pregunta más.

— ¿Otra? Solo dijiste una pregunta.— Jaebum dijo mientras levantaba las cejas.

—Sólo respondeme.

—Está bien.— respondió frustrado.

— Sí en algún momento me dejaras de amar, ¿me lo dirías?.— Jaebum que no vio nada raro en esta pregunta le respondió mirándolo a los ojos

—Claro que si, ¿Qué ganaría mintiendo?

—Entonces, ¿No me engañarias?

Cuando Jimin le preguntó eso, Jaebum no pudo evitar que todos los pelos de su cuerpo se pusieran de punta. Jimin noto eso.

—Nunca jámas haría algo tan bajo como eso.

Le respondió mirándolo a los ojos.

Amarga RealidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora