Capítulo 10

3.3K 276 13
                                    

A veces mira hacia atrás y ve a su yo ingenuo.

Al que mentían mirándole a los ojos. Al que ilusionaron. Al que hirieron. Al que engañaron. Se ve en todas ellas, se ve como alguien que se puede humillar y quitar toda la dignidad que quieran. Se ve débil.

Pero, ahora ya no es ese hombre ingenuo que tenía una venda en los ojos.

De Jaebum aprendió que te pueden traicionar hasta dándote un beso o dándote unas palabras bonita. A veces él quisiera que todos estén en su lugar para que sepan como se sintió. Como dolió. Ni siquiera tenían mala comunicación, le contaba todo, absolutamente todo, pero eso no sirvió de nada, ya que él no le contaba nada.

En fin, ya lloró, ya grito, y ya sufrió. Ahora le toca ser egoísta y pensar más en él.

Es por eso que me se encontraba pensando en la propuesta que Jeon le propuso.

—¿Qué dices? Solo será una semana, estaremos rodeados de vegetación. Eso te hará entrar en calma.

—Claro, me encantaría. Pero, en este momento no puedo.—vio como Jeon hacia un puchero, le pareció adorable.—Tengo que terminar los trámites del divorcio.

—Ah, claro me había olvidado de eso. Pensé que ya eras un hombre soltero.

—Iba hacerlo la semana que pasó. Pero Jaebum no quiso firmar el divorcio.

Suspiro.

—Ya lo hará.

—Sí, mi abogado me dijo que tardará, pero lo lograremos.

—Te deseo lo mejor, Jimin.

Yo también, pensó.

Al día siguiente fue a su trabajo, con los ánimos de siempre, feliz. Porque le encantaba ayudar a las personas, saludos a todos. Pero, se dio cuenta que las personas los miraban raro, él no sabía porque.

—Buenos días, Jennie, pasame la lista de los pacientes.

—Buenos días, doctor Park.— musito.—Disculpe, pero no hay pacientes.

—¿Cómo?

—Nadie quiso reservas ficha con usted, y los que tenían lo cancelaron.

—¿Porqué?

—¿No ha visto su celular?.—negó con la cabeza.—Hay rumores de usted, donde dicen que usted es mal médico y mujeriego, todo el internet está abarcando eso.

Jimin, no aguardo ni un segundo más y fue a su consultorio, llamó a su abogado. Preguntando si se puede hacer algo, ya que había rumores circulando por Internet de que él era un cualquier y mal doctor. El abogado le dijo que si, pero que tome en cuenta a su todavía esposo.

Sin nada que hacer, agarro sus cosas y se fue.

Lastimosamente, no llego hasta su auto. En el estacionamiento lo esperaba Mark. Los dos se miraron fijamente.

—¿Estás contento?.—Se acerco lentamente.—Al final has conseguido vengarte. Querías destruirnos porque te iba mal ¿no es así?

—¿En serio? Voy a decirte una cosa. Lo tuyo se parece a mi matrimonio, no basta solo con vivir en la misma casa, poder confiar es lo único necesario.

—Umm...—Mark le dio una sonrisa sarcástica.—Tú te crees que lo sabes todo ¿verdad?. Te crees el más listo de la tierra, el más exitoso. Te crees el más perfecto del mundo pues no lo eres.

Jimin, ya estaba cansandose de esa estúpida charla.

—¿Quieres que te diga quien eres realmente?.—dándole una señal de "Te escucho", siguió —desde el primer día que estuviste casado con tu marido, nos pareciste un hombre arrogante y vanidoso

Amarga RealidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora