capítulo 8

3.5K 275 17
                                    

Tal vez no fue buena idea entrar al departamento del Jeon.

Porque ni bien entraron, Jungkook dejó las cosas en la mesa y volcó a mirarlo.

—Jimin, no quiero sonar entrometido.— dijo avergonzado.—pero, ¿Qué tienes?.— iba a responder que nada pero él me adelanto.— Y no digas que nada, se nota a kilómetros la tristeza en tu rostro.

—Yo...

—No te voy a forzar a que me digas.— Empezó a decir con voz suave.— pero quiero que sepas que tienes a alguien aquí que quiere escucharte.

Termina decir mientras lo mirada intensamente. Y no puede aguantar. Cuando creyo que ya no podia llorar más volvio hacerlo. Con la diferencia que él lo abrazo.

Hasta ese entonces no sabía que en realidad necesitaba tanto un abrazo, que lo permitiera desahogarme en el calor de alguien, sentir que alguien lo rodeaba y sobre todo sentirse reconfortado.

—Llora Jimin.— dijo Jeon mientras empezaba a sobarle la espalda.—Desahógate conmigo. Ya estas seguro.— se acerco al oído de Jimin.— todo estará bien, dolerá ahora pero mañana ya no.

Jimin deseo que fuera así. Enserió lo deseo.

Después de terminar de llorar hasta que ya no pudo sacar más lágrimas. Se sentó en la mesa y Jeon le pasó un vaso con agua.

Estaban en un silencio incómodo, Jeon no sabía que hacer, así que hizo lo primero que se le ocurrió.

—Jimin....—Fue interrumpido

—Estuvimos casado durante once años.— Empezó a relatar.— pero durante los últimos tres años me fue infiel con mi mejor amigo, en el cual confiaba más que en mi mismo.— Jeon escuchaba callado, pero cuando Jimin dijo eso, le empezó a hervir la sangre.— éramos inseparables, sabes. Nos contábamos todo era como mi hermano porque nos conocimos de niños, y crecimos juntos. Pensé que eramos esos hermanos que no necesitan línea sanguínea para serlo. Pero me equivoque.

Jeon sintió tanto dolor, al escucharlo. Pero lo que dijo hizo que su corazón de oprimiera.

—Me enteré cuando estábamos celebrando nuestro aniversario número once — suspiró, Jeon supo que lo que venía no iba hacer fácil.— estaba llegando a nuestro departamento con una sorpresa para él, aparte de la fiesta que le estaba montando, quería darle algo antes de eso. Así que fui al departamento en lo que creí que encontraría risas, una mirada de amor y gratitud, encontré a mi esposo jodiendo salvajemente con mi mejor amigo.

—Mierda.— soltó Jeon.

—Si, mierda.— dijo Park mientras soltaba una sonrisa triste.—Ellos no me notaron, pero yo estaba paralizado en ese momento, me quedé un buen rato ahí, parado sin saber que hacer, pero ellos no me vieron. Estaban tan sumido en lo suyo que ni en cuenta me tomaron.— contó Jimin, mientras apretaba sus manos.— más tarde en la fiesta, los dos hicieron como si no hubiera pasado nada, como si no hubieran jodido salvajemente en mi departamento. Me dio asco. Quería gritar, maldecir golpear a los dos pero me aguante, y seguí como si nada. Y eso no es todo, ahí también descubrí que todos los sabían, nuestros amigos, sus amigos, mis amigas, prácticamente todos sabían menos yo. Eso fue una apuñala más a mi corazón. Todos me vieron la cara de estúpido. Me mintieron mirandome a los ojos.— levantó su mano y se froto los ojos.— le pregunté sabes, pero él se negó y me dijo que estaba loco, que me lo estaba imaginando todo. Él era el infiel pero me trato de loco a mi. Vaya problema ¿no?

Jimin le contó lo que pasó despues de eso, le contó todo. No se guardo nada porque ¿de que servía? De todos modos ya no estaba con él, y ya no importaba. En cambio Jeon se quedó paralizado, él no podía creer por todo lo que pasó Jimin.

Amarga RealidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora