Capítulo 13

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Se levantaron temprano para ir al aeropuerto, cada pasó que daba se sentía tan afortunado, iba a poder conocer Japón. Tal vez no todo, pero iba a recorrer los tres días que tenía sin descanso las calles de Japón.

A su detrás venia un asustado Jungkook, si bien fue su idea ahora se estaba arrepintiendo, ¿iba a subir a una de esas cosas? Joder, en que se metió. Jimin noto que Jeon caminaba despacio, así que le tomo la mano tranquilizandolo.

Jungkook se relajó al toque. Cuando estaban subiendo al avión, sacó su cámara y empezó a grabar a Jimin. Él al notar que estaba siendo grabado actuó de forma graciosa para que a Jungkook se le quitara el miedo. Ya en el avión todo fue una odisea. Jeon tuvo que tomar varias pastillas para no vomitar, Jimin le tendió la mano para que se sostuviera, pero parecía que Jeon le iba a romper todo los huesos. Jimin aguanto, hasta que vio que Jungkook se tranquilizaba. Después de estar una eternidad con la mano acalambrada, se dio cuenta que Jeon se había dormido, eso le hizo sonreír. Lo miró atentamente, vio su pestañas largas, su nariz bultosa, le encantaba, sus labios el superior delgado y el inferior grueso, también noto el lunar que tenia debajo de su labios. Le dieron ganas de besarserlo. Tenía una piel perfecta, tan lisa. Él tampoco se dio cuenta que se quedó dormido observando a Jungkook hasta que el avión aterrizó.

Después de eso, fueron al hotel donde se hospedarian.

Cuando Jimin, entra a la habitación quedó en blanco. Todo era realmente hermoso, pero lo que más le llamó la atención fue la vista hacia la ciudad. Sin duda alguna era realmente bella. No esperaron ni un minuto más se alistarse y salieron de ahí.

Lo primero que hicieron fue ir a comer, se pidieron casi de todos. Jimin, termino con ganas de explotar mientras Jungkook lo grababa. Nadie había querido tanto grabar a Jimin como Jungkook, él quería que todo ese momento quedará tatuado en su piel. Después de eso recorrieron las calles un poco más compraron algunas cosas hasta que decidieron volver al hotel agotados.

—Estoy muerto.— comento Jungkook, dejando las bolsas en el suelo, para luego tirarse a la cama.

—Yo también.—le respondió un Jimin con sueño.

—Ven hechate a mi lado.

Sacudió la cabeza.

—No, primero voy a bañarme.

Termino de decir eso y Jungkook ya se encontraba despierto totalmente. Recuerda que las paredes del baño son de vidrio y que puede ver la silueta de Jimin a través de ellos. Trata de no pensar en nada de eso y piensa en cualquier cosa. Ya estaba perdido en sus pensamiento cuando escucha el agua caer. Cierra los ojos para no darse la vuelta y ver que hay ahí. Trata de tranquilizarse. Mierda.

Solo será una mirada, solo una. Vuelca lentamente la cabeza para mirar y....si efectivamente se ve la silueta de Jimin. Ve su perfecto cuerpo a través del vidrio. Él sabía que Jimin tenía unas nalgadas hermosas, pero verlo ahí hacia que todo lo que una vez agarró se sintieran nada al ver ese par de manjares. Se volcó y cerró los ojos. No, no mires, se repetía. Sabía que si seguía mirando no se resistiría por mucho tiempo.

Cerro los ojos y empezó a contar. Demasiado rápido.

Cuando Jimin salió ya iba por el dos millones novecientos cuarenta y uno. Si, así de sorprendente era Jeon Jungkook.

—Listo, Jungkookie.—se acerco a su bolso para sacar su crema.—Puedes usar la ducha.

No lo pensó dos veces y fue directo a bañarse con agua fría.

Antes de salir se mentalizo para que no jodiera todo lo que había llegado hasta ahora con Jimin. Respiro hondo y salió. Lo vio recostado ya dormido. Sonrió se notaba que estaba cansado, paraba tan feliz yendo a ver todo lo que encontraron. Se cambió y fue acostarse a la cama. Apagó la luz y se colocó de frente, mirando a Jimin perfectamente. Lo escaneo desde la punta de su cabellos hasta los lunares que tenia por el cuello. Mirándolo deseo besarlo eternamente.

Amarga RealidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora