Amarga Realidad

Capítulo 16

No podía ser él otra vez ¿cierto?

Él no sabía que se encontraba aquí.
No podía ser ....

Tocaron otra vez el timbre. Jimin se acurrucó más en las sábanas, empezando a temblar. Tenía miedo. Tocaron otra vez, se tapo los oídos con las manos, no quería escuchar nada.

Cuando pensó que por fin se había ido, se escuchó la puerta abriéndose.

Con escalofríos por todo el cuerpo brinco de la cama y agarró el bate de béisbol que tenía Jungkook, se paro detrás de la puerta, su mente estaba nublada y su cuerpo asustado. Si tenía que darle fuerte lo haría.

Aguanto la respiración cuando la puerta de la habitación fue abierta lentamente. Se preparó para dar el golpe. Salió de su escondite gritando con el bate al aire.

Y entonces.....

Vio a Jungkook.

Frente a él, con la mirada asombrada. Al momento se le endureció, inspeccionó el rostro de Jimin.

—Jungkook, eres tú.— susurró. No esperaba que contestara, se acercó rápidamente y lo abrazo. Un agarre fuerte.— Eres tú. No puedo creerlo.

Jungkook se encontraba inmóvil. Estaba analizando el aspecto de Jimin cuando este lo abrazo, le devolvió el abrazo. Después de un rato, se separó. Acuno el rostro de Jimin en sus manos.

—¿Qué te hizo ese Hijo de la puta?

—Jungkook.....—al estar cerca de él, no pudo contenerse y empezó a llorar.

Jeon no espero ni un segundo cuando ya lo tenía en sus brazos, protegiéndolo.

—Él....trato....de...—No podía hablar por los sollozos.—Abus....

—No lo digas.— el cuerpo de Jimin endureció.¿no acaba de decirle eso?

—¿Qué?

—No lo digas, porque ahora mismo iré a matarlo con mis propias manos por tocarte contra tu voluntad.—le acarició el cabello.—Porqué nadie debe hacerlo si tú no lo permites Jimin.—Se inclinó, dándole un beso en la frente.—Lo siento, mi Mochi. No pude protegerte. No pude estar cuando más me necesitabas.

—Tú no tienes la culpa, Jungkook.— Jimin, se encontraba acurrucado en el pecho de Jungkook cuando sintió la primer gota.  Levantó su vista, y la lágrima de Jeon cayó en su ojo. Eso le sorprendió, jamas había visto a Jungkook llorar por nada. Para él Jungkook era de acero inoxidable, lo veía tan fuerte que nadie pudiera traspasar la armadura que tenía. Jamás lo había visto así de vulnerable.

—¿Porqué lloras?.

—Porqué no puede estar aquí contigo, para evitar todo esto.

—Jungkook...—Acarició una lágrimas que se deslizaba por su mejilla.— No tienes la culpa. Tú necesitabas ir a esa reunión, aquí yo tengo la culpa por haberlo dejó pas.....

—No.—Lo cortó.— Esto definitivamente no es tu culpa. —endureció el tono de voz.— Es culpa del hijo de puta de Jaebum. Esto lo pagará caro. Porque me llamó Jungkook lo meteré preso y ahí se morirá.
Eso le hizo reír.

—No te preocupes por si va a estar preso o no.—se volvió acurrucar.—Hice lo que me dijiste que hiciera cuando ocurriera algo así. Se que con algo así, no te referías a esto, sino a que si él me buscaba y no me dejaba en paz. Es diferente, pero aún así seguí tu consejo y ya hable con la policía, me hicieron muestras de huellas en mi cuerpo, con eso ya tenemos pruebas.

—Me siento orgulloso de tí, Mochi.—lo abrazo más fuerte.—Hiciste eso tu sólo.

—No, Taehyung y Hobi estaban conmigo.