No era cierto.
Jamás vio venir esto.
Él no puede estar fuera de su puerta ¿cierto?.
Pero aunque quisiera negarse, no podía. Él se encontraba justo delante suyo. Estaban cara a cara otra vez. Con la expresión perdida, y la intoxicación etílica aguda en su máximo poder.
Jaebum, se encontraba borracho.
Y, estaba en su casa.
En su maldito lugar seguro.
Así que no pudo evitar el tono agresivo que salió de sus labios.
—¿Qué haces aquí?
Se quedó un rato callado, mirándolo atentamente. Como si fuera un fantasma. Abrió la boca y la volvió a cerrar, hizo el mismo procedimiento tres veces, hasta que por fin encontró su voz.
—Vine a verte.
—¿Para qué?
Está vez no tardo en responder
—Necesitaba verte.
—¿Así?.—Jimin, se cruzó de brazos.— Creo que te confundiste de amante, Kunpimook no se encuentra aquí.
—Él no me interesa.
—Debería, estás casado con él.
—Fue un error.
A pesar de que ya sabía a qué se refería, no pudo evitar preguntar.
—¿Qué cosa fue un error?
Jaebum lo miró intensamente.
—Estar con él.
—Latima que te diste cuenta tarde.
—No.
—¿No qué?
—Aún no es tarde.
—¿Qué?.—Jimin, no podía creer lo cínico que podía ser.
—Qué aún no es tarde para estar juntos, Fresita.
—No me digas así. Y, sí es demasiado tarde.
—No, Fresita.—se adentro a la casa de Jimin.— No es tarde. Yo aún te amo y se que tú también lo haces.
—No, te equivocas.
—No, tú te equivocas.—le agarro los hombros.—Tú y yo aún podemos ser. Aún podemos reconstruir esto.
—No quiero.—Negó, puso sus manos en los brazos de Jaebum y lo jaló para que lo soltara. No se dio cuenta que al hacer eso Jaebum vio el anillo que tenia en su dedo anular.
—¡¿Qué es esto?!.—Furioso le agarró la mano, Jimin la volvió a jalar evitando el toque de Jaebum.
—Un anillo de compromiso.
—No, no no,no,no,no.—sacudió la cabeza.—Tú no te puedes casar.
—Claro que puedo.
—No, no puedes.
—¡Claro que puedo! ¡Tú también te casaste, tengo derecho a rehacer mi vida!
—¡Claro que tienes derecho a rehacerlo, pero conmigo!
—¡No quiero nada contigo entiendelo!
—¡NO! No quiero entenderlo.—Jimin, vio el momento donde Jaebum se rompió.—No puedo, Jimin. No quiero verte con nadie más.
Algo muy dentro de Jimin se removió. No quiso sentir lástima por él, no quería sentir nada. Él no se lo merecía.
—Tú mismo me hiciste enteder que yo necesitaba a otra persona.
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Amarga Realidad
Fiksi PenggemarCuando estás en una burbuja llena de amor y todo es de colores brillantes, una ilusión y sueño de gran amor. Pero todo eso se derrumba en un instante cuando descubres el engaño, que fue. El engaño con el que terminó muriendo el cuerpo, corazón y alm...