17. ¿Tenemos un trato?

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<<En la infierno condena a estar. Sin embargo, no me cansaré de esperar la persona valiente que quiera mi alma regresar al mundo mortal.

Alma valiente que pudiste mi cabaña encontrar, leer y buscar el significado de las palabras escritas en este lugar. En mi libro en número del diablo buscar, si quieres un trato conmigo realizar.

Si en esta página ya estás, es porque interesado en mi trato te encontrás. Lee en voz alta en cuando la luna brille en su punto más alto. Y vendré a verte, para conceder nuestro trato.>>

El silencio llenaba como siempre mi hogar. Solo mis tarareos resonaban en las tapizadas paredes con viejos retratos. Acomodo mis lentes mientras limpio mi arma.

—¿Crees que sea conveniente?—Pregunto.

Hay un profundo momento de silencio. Sin respuesta.

—No lo sabes—Suspiro—Ya veo—Mis ojos miran a mi sombra cerca de la pared, mirándome—Eso quiere decir que la presencia de esa cabaña es poderosa. Pero no sabes cuánto. ¿Estoy en lo correcto?

Mi sombra se inquieta. Tomaré eso como un sí.

No había dejado de pensar en las escrituras de esa cabaña desde que regresé del bosque. Y mi curiosidad aumentó cuando ya había traducido las marcas, las cuales ofrecía un trato a quien sea que descubriera su cabaña.

¿Era conveniente siquiera pensar en hacer un trato con una entidad que desconozco el poder e intenciones?

No sería la primera vez que hago tratos con demonios. Es decir, gracias a mí curiosidad logré conocer la magia hace años. Sin embargo...

No era suficiente.

Necesito más. Quiero más. Conocer lo desconocido, matar a quien sea que se ponga en mi camino.

A quien sea que interrumpa o descubra mis secretos.

—Sería un desperdicio dejar pasar un oportunidad así ¿No lo crees?—Río—Veremos qué tan prometedora fué esta bruja.

Dispuesto, arreglo mi cabello y me pongo mi chaleco para salir de mi hogar. Mi querido Hogar, ubicado en Nueva Orleans.

Doy una profunda respiración al aire fresco antes de dar un paso fuera de mi puerta, luego de eso doy un paso y me dirijo a la biblioteca del pueblo, estoy seguro que hay alguna información que me beneficie y ayude a tomar un veredicto respecto a la pequeña sorpresa que me llevé en el bosque.

Sin embargo, mi camino sería obstruido por una pequeña y molesta amiga.

—¡Alastor! que bueno verte hoy ¿Irás a mi show esta noche?

Sonrío—Mi querida chica espectáculo—La saludo—Me temo, querida Mimzy, que esta noche no podré, tengo unos asuntos que atender en la biblioteca—Mi respuesta en breve, rápida, simple pero convincente.

No quiero quedarme aquí parado a charlar.

Su rostro decae—Oh~ vamos. Mis shows son especiales, seguro te animará más que tu estación de radio.

Fuerzo una sonrisa.

Nada. Repito. ¡Nada! Es mejor que mi querida estación de radio.

Un poder superiorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora