15. Bienvenida al Infierno.

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Narrador universal:

La mañana era fría, no había sol, los árboles se encontraban quietos, inmóviles, como si la fresca brisa se hubiera detenido y dejado de acariciar las rugosas hojas.

Todo era un absoluto silencio. Las personas del pueblo estaban quietas, siendo mojados por las ligeras gotas que quedaban en los árboles por las lluvias de la noche.

Estaban esperando.

Unas cadenas sonaron a lo lejos, ya venía.

Los pasos eran lentos.

Muy lentos.

Sus pies amarrados con muy pesadas cadenas impedían que ella pudiera dar pasos largos. Sus manos también estaban atadas sin cuidado sobre su piel.

La bruja.

Un hombre robusto y con sombrero de copa la venia arrastrando con un palo alargado, el cual de la punta había una cuerda atando el cuello de la mujer.

Su fin estaba al final de camino.

La mujer de cabellos castaños levantó la mirada, su rostro mostraba moretones y un labio roto, junto con hilo de sangre seca saliendo de su nariz.

La habían golpeado hasta el cansancio antes de sacarla de la habitación.

Ella sonríe. Sus afilados dientes saludando con burla a todas las personas que observan, estaban tan aterrorizados por su presencia.

Es ella.

La bruja.

Oh, mejor conocida por todos. ________ T/A

Una mujer tan admirada. Incluso hasta en ese momento tan...escalofriantes.

Su cuerpo estaba cubierto por un camisón hasta el suelo, pero no parecía tener frío a pesar del clima.

Tampoco parecía tener miedo, al contrario, le sonreía a la gran horca como si fuera una vieja amiga.

Oh~. La horca. El último lugar dónde estuvieron muchas brujas y mujeres acusadas injustamente.

Vaya.

¿Quién lo diría?

¡Ella acabaría como todas!  ¡Ja!

______ levantó la mirada, observó con cuidado cada rostro que había presente. Se sorprendió al ver a más de la mitad del pueblos, todos presentes para su ejecución. Seguramente son los familiares de algunos fallecidos a causa de la lluvia de sangre que había ocurrido en la noche anterior.

_______ reconocía varios rostros de la multitud. Muchos de ellos eran cercanos. Muchos de ellos personas que iban a sus negocios.

Muchos de ellos la conocían.

—¿Tanta atención para mí sola?—Murmura, su tono burlón es evidente para quienes la escuchen—Me siento tan halagada. Que vergüenza que sea de esta manera tan...Desafortunada—Ríe—Desafortunada para ustedes. Incómoda para mí.

Algunos arrugan sus frentes con odio. ¿Cómo se atrevía a actuar como si nada?

¿Cómo se atrevía siquiera a dirigirles la palabra?

¿Cómo se atrevía esa bruja?

Con el mismo paso tortuoso, llegó entre la fila de hombres y mujeres, quienes se abría paso ante la presencia y aura de la mujer.
_______ suspira al ver las escaleras que la llevarían a su fin.

—¿Escaleras al cielo, o al infierno?—Se pregunta en voz alta así misma, mientras ladea la cabeza.

—Lo sabrás pronto, bruja—Le gruñe el policía uniformado.

Un poder superiorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora