04. Existe la magia. No los milagros.

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Todo sucedió tan rápido.

¿Que pasó?

Los gritos de esa bestia no salen de mi cabeza. Hacen un terrible, terrible eco.

Los árboles y la oscuridad misma, junto con algunos espíritus o habitantes del bosque, son los únicos testigos de los gritos de sufrimiento del ente que me ofreció el trato.

Yo sólo lo veía desintegrarse poco a poco en las llamas. Como extendía la oscura y deforme mano hacia mí, como si quisiera que lo sacara de ahí, o como si quisiera que aceptara el trato, antes de que se consumiera por las llamas totalmente.

Finalmente, el dió su último alarido antes de dejarse consumir por las llamas de nuestro aquellarre.

Mi madre me tomó de la mano con fuerza y me dió una potente bofetada.
Mi cabeza giró quedado con la mirada hacia el oscuro bosque.

—¡¿Que ibas a hacer!?—Me grita—Si no fuera por la dama gris que te vió con ese ente antes de que tomaras su mano ¿¡Qué hubiera sido de nosotros!?

Siento como mi vista se nubla, las lágrimas caen en mi mejilla. El ardor me domina la mitad de la cara.

—Solo quería a mi hermanito de vuelta—Sorbo mi nariz—S-solo...solo quiero que papi sea como antes—Más lágrimas salen de mí, siento un ardor en mi garganta. Lo dejó salir—¡Solo quiero que dejes de llorar por las noches hasta que amanezca!—Sollozo con fuerza.

Me sentía...tan horrible.

¿Hice mal?

¿Querer la felicidad de mi familia, estaba mal?

¿Por qué todas guardan silencio?

¿¡Por qué me miran con esas caras de lástima!?

¡Yo quería salvar a mi familia! ¡Todo iba a estar bien si aceptaba!

Siento un toque en mi hombro, mi mamá me acaricia la mejilla con delicadeza—M-i niña, perdóname. No quería que tú...

Me aparto de ella. Su mano fría me hizo arder aún más el golpe en mi rostro. Bajé la mirada.

Hubo un silencio aún más profundo de parte del resto de las brujas. Nadie parecía siquiera respirar.

—Quiero ir a casa—Digo.

—Hija...

Le doy la espalda, con toda la valentía que me quedaba, tomo una madera con fuego en la punta y enciendo la vela que traía conmigo antes de entrar aquí.

Su ligero brillo me hizo suspirar.

Miré el círculo de sal que cubría todo nuestro aquelarre. Tomé una respiración profunda antes de poner un pié afuera.

Un poder superiorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora