Un poder superior

21. Enfrentamiento armonioso

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Narra Alastor:

Desde el primer instante. Desde el inicio. Desde siempre. Toda mi vida y muerte, supe que ______ era una mujer impredecible, que no se jugaba con ella a menos que supieras verdaderamente a lo que te enfrentarías.

Supongo que su propia forma de ser, tan impredecible en su actuar, era lo que me cautivaba de ella. Ese peligro de no saber qué truco o carta esconde.

Ella era tan incierta...tanto como sus propios poderes

Ella sempre tiene un plan guardado. O una doble intención con ella. Sin embargo, es honesta con sus planes desde el inicio, como si ella misma quisiera prepararte para lo que te vas a enfrentar.

Cuando conocí a ________. La conocí siendo humano, y ella un demonio. En aquel momento me preguntaba el límite o fin de sus poderes.

¿Cuál era la punta del iceberg y cuál su base? ¿De dónde a dónde son sus límites mágicos? ¿Sus dones propios?

Y considerando todos los años que pasé sin ella, los cambios que se a dado así misma en mi ausencia, aún me pregunto; ¿Quién era _______?

A lo que me quiero referir...es que ella es poderosa con o sin su magia. Era peligrosa sin siquiera usar su poder. ¿Su magia y poder hacían a ______? O ella es ella sin necesidad de imponer respeto con su magia.

¿Quién era ________?

¿Quién era?

¿Una bruja?

¿O una simple mujer con habilidades sin fin?

Tal vez lo descubriría hoy, puesto que se enfrentará a mi conocida de décadas. Mimzy.

Reconocía que tenía un pequeño nudo en mi garganta. Los tratos en el infierno no eran cosa de juego, al contrario, deberían ser tomados con tanta seriedad posible.

Mimzy tenía un don de canto reconocible por todo el infierno. Fué halagada por su encanto tanto en vida...y muerte.

Pero en cambio _______...¿Algún día la escuché cantar?

No recordaba escuchar su voz alcanzar una melodía. Al menos no claramente.

¿Las brujas cantan?

No. Esa no es la pregunta.

¿________ canta?

—Suerte, cariño—Le murmuro al oído.

Ella mira fijamente a Mimzy abajo en el escenario. Sus ojos dorados tienen un brillo bajo, están entrecerrados y parecen los propios de un depredador. —Gracias. La necesitaré.

Mis ojos se dirigen a su cola. Estaba tensa, con la punta dando ligeros toques nerviosos a sus pantorrillas—¿Dudas de tus habilidades?—Pregunté.

Ella levanta una de sus comisuras—Dudo del público—Ella señala el primer piso del lugar. Dónde varias mesas con invitados y comensales miraban emocionados a la dueña del restaurante—Todos parecen tener una gran fidelidad a Mimzy. No puedo pelear contra eso.

Suspiro—El trato...

—Usaré mi magia si es necesario—Sus ojos se abren más para verme. Me mira fijamente con esos ojos dorados que parecen un montón de oro ardiente. Una parte de mí se sintió feliz de no recibir de nuevo esa mirada de odio que suele darme—Pero solo si es necesario. Usaré otras técnicas de lo contrario.