Capítulo 28

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-Kurogiri, que la hemos vuelto a cagar.- Diego entró a la cocina seguido de Toga, encontrándose a Kurogiri cocinando mientras Compress le abrazaba por la espalda, y a Spinner sentado bebiendo quién sabe qué a la vez que leía un periódico. Los dos cocineros se separaron, carraspearon sus gargantas e hicieron como si nada hubiera pasado.

-Eh. Bueno, eso lo dejaremos para más tarde. Ahora necesito tu ayuda.

-¿Habéis vuelto a molestar a Tomura Shigaraki?- El adulto repartió la comida en platos, para que luego Compress los pusiera sobre la mesa que ya estaba preparada para el desayuno.

-Algo así.

-¡Desde luego que sí! Ha sido un espectáculo Kurogiri. Shigaraki-kun y Aki empezaron a discutir, entonces Demon empujó a este hacia Shigaraki-kun y le quitó la mano de la cara.- Contó con emoción Toga.

-¿La de la cara?

-¡La de la cara!- La rubia soltó una de sus típicas risas.

-Pues si, la habéis vuelto a fastidiar. Las manos de Tomura Shigaraki son muy importantes para él, sobretodo la de su cara.- Kurogiri se limpió en el delantal que vestía, y se dirigió a la pareja.- Lo mejor será que le dejemos su tiempo y espacio, y que no le molestéis más.

-¿Crees que eso último es posible?- La cara de Diego lo decía todo, y Kurogiri solo pudo frotar con sus dedos lo que parecía ser el puente de su nariz.- Y lo primero tampoco creo que se cumpla, ¿con Sia? Mejor hacemos otro plan.

-¿Sia?- Compress y Spinner aparentaban no estar atentos a la conversación, pero y tanto que lo estaban.

-Sia, Demon, la loca que comenzó todo esto.- Les contestó el compañero de la susodicha haciendo un ademán, restándole importancia.

-Entonces, supongo que tendré que dejarlo en tus manos.- La pareja se rió al escuchar la última palabra, y Kurogiri se dirigió a terminar de preparar el desayuno, aunque tenía pinta de que habría que esperar para comer todos juntos.- De todas formas, si se pone algo salvaje, traedlo hasta aquí.

Los chicos salieron dándole las gracias, no podían aguantar más el delicioso olor del desayuno sabiendo que no podrían comer hasta un buen rato, todo por una broma, algo que tanto les gustaba hacer.

-¿"Aki"?

-¿Mm? Ah sí, Akira. Me parece un apodo lindo, ¿a ti no?- Acercó su cara a la del contrario sonriendo.

-Oh. Pues, sí, es lindo, supongo.- Diego miró hacia otro lado, usando la excusa de buscar a Shigaraki para encubrir el porqué de su acción. Toga no borraba su sonrisa, y con las manos detrás de la espalda y caminando mientras daba pequeños saltos, buscaba al peliazul con la mirada.

Hawks y el Ying YangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora