Suaréz x Antoñanzas

127 2 0
                                    

POV. Antoñanzas

Me llamo Benito Antoñanzas, tengo 23 años y estoy en la academia de policías pues tenciono ser policía sino ¿qué coño estaría haciendo aquí?

Soy gay asumido desde mis 16 o 17 años y tuve la muy mala suerte de me enamorar del tío más homofóbo acá y que es un gilipollas completo para mí. Mario Suaréz.

La verdad es que Suaréz (como todo el mundo le llama) es muy guapo y tiene mucho suceso entre las mujeres de la academia y fuera de la academia.

Mario es un tío moreno, de pelo negro corto y ondulado. Ojos intensamente marrones y tiene alguna barba.

Es muy atlético también y muy muy musculado. Me gustan esos tíos, pero no es apenas un hombre atractivo y no es sólo eso que me llama la atención. Esto de que él me gusta es un secreto mío pues toda la academia sabe como él es un gilipollas conmigo y sé que si digo a alguien, me van a preguntar "¿Porqué te gusta Suaréz si es un cabrón conmigo?". Con sinceridad mi respuesta es que no sé. Me enamoré a pesar de ser un completo gilipollas y... es eso creo.

Ni a mi amiga Alicia. Ya todos saben que soy gay y no es ese mi problema a pesar de haber sufrido mucho especialmente por Suaréz y sus amigos.

Voy al vestuario cambiar de ropa y encuentro a Suaréz allá sólo. Nos miramos por un segundo y desvio mi mirada.

Suaréz me parece inseguro o diferente no sé... quizás sea solo de mi cabeza. Quitó mi camiseta y siento Mario me segurar el brazo y me empujar contra los lockers.

Me segura el pecho y une nuestros labios. Mi cara se queda roja y me apañó desprevenido. Ya imaginé millones de veces cómo sería besarlo, pero nunca así. Me prende contra los lockers y intensifica el beso.

Paso mis brazos alrededor de su cuello le haciendo caricias mientras nos besamos. Él une nuestros labios y me encanta eso y hago que lo note.

Él volve a unir nuestros labios que se transforman en uno apenas y nuestros cuerpos igual. Están en una sintonia que parece apenas un cuerpo.

Nos separamos despacio por la falta del aire.

- Joder... - Exclamo y paso mis brazos por sus espaldas muy muscladas y fuertes. ¡Dios!

Y sus brazos son enormes de ser tan atleta. Sonrío un poco por nuestro beso.

Su cara cambia y me sonrisa se muere. Él me suelta con fuerza y me preparó para sus comentarios o chistes homofóbos.

- ¡Perdón! Mierda. Mierda, mierda...

- No pasa nada - arriesgo a decirlo.

- Yo no sé qué...

- ¡Pára! - Pido. - No pasa nada si eres gay. Lo entiendo... no es fácil. No lo es y no sé si alguna vez lo será, pero estamos juntos y... yo te ayudo.

Él abre el grifo de una tornera y pasa agua por su cara.

- Perdonáme por todos estos años siendo um gilipollas. Es que... todos estaban siendo unos gilipollas y nadie ha reaccionado bien de mis amigos y... no me lo atreví. Y tú... te has asumido con tanta facilidad y eres gay asumido como si no fuera nada y me cabreaba por no tener tantos cojones para salir del closet. Y... yo que sé - Veo sus lágrimas por el reflejo del espejo.

- Ey - Le toco el hombro y él se gira.

- Te entiendo. Salir del closet no es fácil para nadie. No fue fácil para mí. Te lo juro. Tuve muchos cabrones siendo homófobos conmigo. No sé si te suena algo así - Bromeó. - Pero estoy aquí. Tendrás muchas personas así en tu vida... sea porque te gustan los tíos o no. Que no pasa nada. No salgas sino te sientes listo para decirles que eres gay. Pero estoy aquí y te ayudo.

Él asiente y le acarició las espaldas muscladas.

- No sé si soy gay o bisexual.

- Vale. No necesitas de rotulos si no te gustan y te guste quien te guste está todo bien.

Él vuelve a besarme y me doy um beso delicado y con muy cuidado. Le toco la cara con cuidado y vuelvo a unir nuestros cuerpos. Nos alejamos con los pecho subiendo y bajando por la falta de aire.

- No sé que hacer para que me perdones. Y no sé porqué me estás ayudando después de
lo que te hice por tanto tiempo.

Río.

- El amor te transforma en un gilipollas por veces y te entiendo. Lleva el tiempo que quieras en descubrir tu sexualidad y... deja de ser un gilipollas. Tus amigos lo son también porque te siguen. Si dejas de ser, verás que ellos no serán tanto y te pueden dejar más cómodo para que les digas.

- No, no - El moreno niega con su cabeza. - No lo entenderán.

- Sea lo que sea, tienes tiempo. Simplemente no dejes que los otros te influencien porque son unos cabrones de mierda y le gustan las chicas o por otro motivo cualquier. Sé quien eres. No tienes que fingir ser nadie que no seas.

Suaréz me abraza y llora en mi hombro y le intento tranquilizar y ayudar.

- Estoy contigo, mi amor - Susurro y nos besamos más una vez.

La Casa de Papel - One Shots [ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora