Con fecha cercana a la graduación, la manada se concentra en pasar y terminar bien el último año y poder graduarse exepto uno: Stiles, quien el asegura que todavía Beacon Hills los necesita, a la manada. Los demás tartán de hacerle entender que ya n...
Parpadeaba. Respiraba y exhalaba. Era lo único que hacía. Repetía una y otra vez esa acción
No reconozco la imagen frente a mis ojos, así que miro a la izquierda, tampoco. Más allá, vislumbro un tablero con varios nombres escritos que tampoco reconozco, veo detrás de mí, por encima de mi hombro, nada me parece familiar. Mi ceño se frunce. ¿En dónde estoy? ¿qué lugar es este? ¿quiénes son todas estas personas? ¿por qué estoy aquí? ¿por qué siento como si hubieran pasado horas desde la última vez que me moví?
El silencio es absoluto. Nadie habla, nadie tose, nadie estornuda, nadie ríe, nadie se mueve. Eso no me parece normal.
Trago saliva, miro a mi derecha. Hay una mujer, se ve joven pero no demasiado, quizás esté en sus treintas, ella mantiene la mirada fija en la nada. Echo un vistazo hacia atrás de mí, de nuevo, hay un hombre mirándome, o al menos eso me parece por un segundo, antes de notar que su atención no está puesta en nadie o nada en realidad.
Trago saliva otra vez para aclarar mi garganta y relamo mis labios.
De pronto siento algo en mi mano derecha y oigo un suave repiqueteo. Bajo la mirada, encontrando una especie de cabestrillo negro envolviéndola, incluso también a mis dedos meñique y anular, pero no sé por qué razón lo llevo puesto y, como no logro recordarlo, mi atención se desvía a las llaves entre mis dedos.
⚊ Stiles...
⚊ Me vas olvidar...
En eso escuchaba la voz de una chica y mi voz dentro de mi cabeza.
⚊ No lo haré, no te olvidaré...
Decía esa voz femenina.
⚊ Tienes que recordarme...
Cierro los ojos y la veo, veo la dueña de esa voz femenina. Veo que le agarró la mano, ella lloraba apretando el agarre.
Borrosos recuerdos llegaban a mi. Estábamos ella y yo en mi Jeep, ahora recuerdo por que tengo estas llaves.
⚊ No olvides... no olvides que te amo y siempre lo haré...
Al escucharme decirle eso todo cobra sentido en mi cabeza. Recuerdos con ella vienen a mi cabeza. Sus labios, su lacio e ondulado y lindo cabello, sus ojos, nariz, sus mejillas, su linda risa que son una hermosa melodía para mis oídos, cada parte de su cuerpo recordaba.
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Elena, Elena Argent. La chica del cual estoy enamorado, a quien amo, hermana de una gran amiga que ya no está con nosotros, hija de un cazador pero parte de la manada, la trihibrida de la manda, la mas hermosa y gran persona, mi Elena, mi novia. Ya la recuerdo ¿como puede olvidar a una grandiosa chica como ella? ¡¿a mi novia?! ¿será que ella también me recuerda?
Echo un vistazo alrededor, sigo sin reconocer un solo rostro. La mujer a mi derecha se remueve un poco en su lugar sobre la banca de madera que ocupamos.
