Con fecha cercana a la graduación, la manada se concentra en pasar y terminar bien el último año y poder graduarse exepto uno: Stiles, quien el asegura que todavía Beacon Hills los necesita, a la manada. Los demás tartán de hacerle entender que ya n...
Salgo al pasillo, esquivo a las personas que se atraviesan en mi camino hasta detenerme en un punto medio. Ya no veo a la doctora.
Luego, volviendo a posar la mirada al frente, la encuentro otra vez.
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Me echo a correr. La doctora sale por las puertas dobles, que se cierran detrás suyo. Apresuro mis pasos, debo alcanzarla, debo saber quién o qué es.
Empujo las puertas para salir, pero me paralizo un par de metros después. Estoy confundida, un poco asustada también, y no solo porque la doctora ha vuelto a desaparecer. Debería tener los ojos entrecerrados a causa del sol, pero en su lugar estoy envuelta en un manto nocturno. Inclusive mi ropa ha cambiado, excepto por los botines.
Hay una suave brisa ondeando mi cabello, sacudiendo las copas de los árboles y levantando las hojas que se han caído de éstos. Todo a mi alrededor está en calma, pero yo me siento nerviosa. La urgencia y la desesperación de encontrar a alguien, que no es la doctora, me invade de un segundo a otro.
⚊ ¿Me conoces? Oh, Dios. Me conoces. Me conoces.
La voz masculina que me ha estado atormentado regresa, mas que en esta ocasión no me parece que esté dentro de mi cabeza. Giro sobre mis talones, segura de que encontraré al dueño de esa voz, pero no hay nadie.
⚊ Hey, Elena. ¿Ves a ese sujeto?
Miro detrás de mí, a los costados, a todas partes. No veo nada. La brisa se torna un poco más fuerte.
⚊ ¿Lo ves?
Me pregunta de nuevo. La sensación de que toma mis manos entre las suyas es tan real que me asusta. Asiento un poco.
⚊ Está bien. Vámonos. Vámonos.
Corro, sintiendo que el dueño de la voz tira de mí. El inicio de una agradable sensación de calidez me hormiguea en la mano.
⚊ Por aquí.
El miedo es reemplazado por pánico. No veo a nadie más aquí, pero siento que estamos en peligro. La brisa está a una nada de convertirse en un vendaval.
⚊ Woah, no, no. Para.
La voz me indica cuando llegamos al fin de la acerca.
⚊ Por acá, por acá.
Doy dos pasos a la izquierda.
⚊ No, no, no. Por aquí.
Me dice y damos la media vuelta.
⚊ ¿Dónde están? ¡Dime dónde están! ⚊exijo en medio del pánico
⚊ ¡En todas partes!
La voz me responde la voz.
⚊ ¿Me olvidarás, Elena?
⚊ No. No lo haré. ⚊sollozo, sacudiendo la cabeza con frenesi⚊ No voy a olvidarte. ¡No lo haré!
