veinticuatro. el radio

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Stiles

Después, yo me dispongo a prender la radio y hacerla funcionar correctamente, algo que por desgracia nos lleva más tiempo del esperado.

⚊ Tómate tu tiempo. No hay prisa. ⚊Peter decide volver a hablar⚊ Lo único que está en juego es cualquier rastro de nuestra existencia. Pronta a desaparecer. Por siempre.

⚊ Okay. No ayudas ⚊reclamo, sin voltear a verlo

Al segundo siguiente, Peter está desconectando todos los cables que encuentra en su camino antes de obligarme a salir del cuarto de radio al jalarme de las manos, mientras me lleva hasta detrás de una columna.

Solo entonces, ocultos detrás de la estructura de cemento, me percato del caos en la estación. Las personas corren a ocultarse, gritan con pánico y además, por todo el lugar resuenan los relinches y galopes de los caballos.

Dos jinetes se detienen a deshacerse de su carga, mientras que el tercer jinete galopa hasta el cuarto de la radio. Se baja del caballo, el tintineo de sus espuelas llegando hasta mis oídos, y camina hasta el lugar en el que apenas hace un minuto nos encontrábamos.

⚊ En caso de que no lleves la cuenta, ya te salvé la vida dos veces el día de hoy ⚊murmura Peter

Al girarme hacia él, lo veo alejándose en dirección a una de las tantas bancas, en la cual toma asiento y se cruza de brazos.

Trago en seco. Cansado, rendido, desesperanzado, camino hacia la pared a mi izquierda, tumbándome en el concreto y apoyando la espalda en los ladrillos pintados de blanco. El pensar que nunca más volveré a ver a Elena o a mi papá o a mi mejor amigo me destroza el alma.

🌙🌙🌙🌙

Elena

Nos encontrabamos los cuatro adentro del Jeep. Lydia y Scott estaban en los asientos traseros mientras yo en el asiento del copiloto y Malia detrás del volante.

En medio de los asientos delanteros se haya una radio, el aparato responsable del zumbido estático que nos trajo a los cuatro  hasta aquí.

Sin querer perder más tiempo, abro la guantera en busca de algo que nos diga más acerca de este Jeep, su dueño o el por qué decidí pagar ciento cincuenta dólares para evitar que lo remolcaran.

Ahogo un jadeo, abriendo los ojos de par en par al momento que unos recuerdos vienen a mi cabeza. Esos recuerdos son al parecer de mi adentro de este Jeep, en muchas ocasiones, sin decir que casi todos estos años que llevo en la escuela. Pero veía que no estaba sola, estaba con alguien ya que ese alguien conducía y yo estaba a su lado.

No alcanzó a distinguir de quién se trata, todo se veía borroso, pero sentía que esa persona era muy importante y especial para mi.

Elena...

En medió de los recuerdos, escuchó una voz masculina que se va volviendo eco y lejano.

⚊ ¿Elena? ⚊cierro la guantera de golpe al oír voz de Lydia que me hace volver a la realidad, volteó a verla⚊ ¿estas bien?

⚊ Si ⚊le digo

En eso el sonido del radio se detiene.

⚊ ¿Por que se detuvo? ⚊pregunta la coyote, su mirada está puesta en la radio entre nosotras

Frunzo el entrecejo y me apresuro a subir y bajar en repetidas ocasiones el botón de encendido, no obstante, nada sucede. Chasqueo la lengua, lo intento unas cuantas veces más.

⚊ No importa. ⚊enunció con algo de nervios pero con tranquilidad⚊ Debe haber una razón.

En eso un olor llega a mis fosas nasales, haciendo que haga una expresión de confusión ya que eran varios olores y muy conocidos.

Remember I Love You | Teen Wolf ⁶ᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora