ScottDespués del extraña pesadilla que a Elena le dio, se quedó dormida con su cabeza puesta en mi pecho desnudo y una de sus manos descansando también en mi pecho. Acariciaba su lindo cabello y suave, dejo un beso en esta. En eso, no se por que me dio voltear cuando, de pronto, mi atención recae en la pizarra de corcho sobre mi escritorio, más específicamente, en el espacio vacío que diviso en el centro. Ahí debería haber una fotografía, estoy seguro de ello.
Con cuidado sin despertar a Elena, me pongo de pie con la intención de acercarme al escritorio, mas que al dar el segundo paso, siento algo clavarse en la planta de mi pie. Con un muy pequeño siseo y una aguda punzada de dolor, me saco la chincheta que cayó de la pizarra y se enterró en mi pie, curará pronto, lo sé, pero aun así desearía haber visto la chincheta para evitar pisarla y el dolor que me causó.
Por el rabillo del ojo, mientras observo las gotitas de sangre que emanan de la planta de mi pie, diviso un rectángulo blanco en el suelo, detrás de la puerta.
Camino hasta allí y recojo lo que pronto descubro se trata de la fotografía faltante en la pizarra de corcho. Ahogo un bufido. Es la foto que nos tomó ayer Sydney del comité del anuario, foto que puse apenas esta misma tarde en medio de las otras que cuelgan de la pizarra.
Malia se encontraba arriba de la mesa, Lydia están en la izquierda, a lado de Elena, ella se halla en medio y yo a la derecha. Salvo por Liam toda la manada sale en la fotografía, y sin embargo, dentro de mí surge la sensación de que el espacio vacío entre Elena y yo deberían estar ocupado. Pero ¿por quién?
¿Por qué tengo la sensación de que algo me hace falta? ¿por qué tengo la sensación de que he olvidado algo importante? ¿por qué siento un vacío, un hoyo negro, comprimiéndome el pecho? ¿por qué mi fuero interno sigue buscando en mis memorias, desesperado por encontrar la respuesta a una pregunta que ni siquiera conoce?
🌙🌙🌙🌙
Elena
En la mañana después de irme de la casa de Scott, fui a la casa donde vivo con Lydia para alistarme. Llegamos en el carro de Lydia, ella se adelanta a la clase mientras yo iba por el pasillo.
Cuando por fin me encuentro caminando rumbo al salón de cálculo, por el rabillo del ojo capto algo que llama mi atención.
Detengo mi andar y miro a mi derecha. Es solo un casillero, uno de tantos, pero hay algo en él queme hace acercarme.
Observo el candado negro de combinación con cautela. Por alguna razón me resulta familiar, aunque estoy segura de que no conozco al dueño. Elevo la mirada para encontrar el número del casillero. Mil ciento setenta y cinco.
Giro sobre mis talones y busco mi casillero. Está a tan solo unos metros al lado del de Lydia, cada mañana tengo la tentación de pararme, de esperar a alguien que jamás va a aparecer. Hoy esperé a ese alguien por diez minutos antes de convencerme de ir a abrir mi candado.
🌙🌙🌙🌙
Llegué justo tiempo antes a la clase de la señorita Flemming.
Me siento detrás de Malia y en la izquierda a lado de mi estaba Lydia.
- Estoy impresionada. -la maestra empieza a decirnos- Con la mayoría de ustedes. Esto en verdad habla de sus hábitos de estudio y del compromiso con su educación. -manifiesta, repartiendo lo que asumo son nuestros exámenes- Los demás, búsquenme para asesoría.
Al decir esto último, deja sobre el pupitre de la coyote un examen en el que se lee en tinta roja una 'd menos', lo cual equivale a un seis. Apenas pasó el examen.
Me siento mal por Malia, ella siempre se la pasa estudiando y se esfuerza mucho por mejorar sus notas, sin embargo ese sentimiento de pena es reemplazado con rapidez por uno de pánico, pues ella se aferra al pupitre con sus garras y estoy segura de que la oigo gruñir por lo bajo.
Con mi examen ya en mi poder, me apresuro a tomarlo y llamar la atención de la maestra.
⚊ Señorita Flemming...
- Ya se los dije a ti y a Lydia, -me corta ella, casi virando los ojos y deteniéndose apenas por un segundo junto al pupitre detrás de mi amiga pelirroja- no doy puntos extras por ecuaciones alternas basadas en sus propios descubrimientos teóricos.
- Está bien. Entiendo -musito y, en cuanto ella se aleja, tanto Lydia como yo nos inclinamos hacia la coyote- Malia, tranquila, las garras.
⚊ Las garras, escondelas. ⚊le dice Lydia
Afortunadamente, Malia hace caso a nuestros susurros y guarda las filosas garras. Dejo caer el peso de todo mi cuerpo en el respaldar de mi silla, exhalando aliviada. Eso estuvo muy cerca.
🌙🌙🌙🌙
Pasados varios minutos, con todos mis compañeros en absoluto silencio mientras resuelven los problemas en los que yo no puedo concentrarme, dejo mi lápiz sobre el cuaderno y suspiro cansada. Ayer creí que iba a tener una merecida noche de descanso, pero con todo el asunto de los jinetes fantasma me costó mucho poder quedarme dormida. Y cuando por fin pude dormirme, en mis sueños solo podía pensar en la cacería salvaje.
Me refriego la cara un poco, tratando de ahuyentar la somnolencia que empiezo a sentir, mas que eso no es lo que me ayuda a despabilarme sino más bien es la repentina presencia de una mujer en el pupitre a mi derecha, aquel que hace tan solo un minuto estaba vacío.
Miro a mi alrededor, nadie parece haberse percatado de la mujer de rasgos asiáticos y vestimenta de doctora que se mantiene quieta, callada y con la mirada fija en la nada. Ni siquiera Lydia o Malia parecen notar a la mujer.
- ¿Disculpe? -murmuro, inclinándome un poco a la derecha- ¿quién eres? ¿que haces en este salón? -inquiero
La mujer gira con lentitud su cabeza hacia mí, para mirarme directo a los ojos. Abre la boca pensando que me diría algo.
Pero un ruido extraño sale de su boca. Se trata del traqueteo y el silbido de un tren, los mismos sonidos que escuché anochs en la habitación de Scott, solo que en esta ocasión no sube gradualmente de volumen, sino que de inmediato retumba en mis tímpanos con fuerza.
Me cubro las orejas en un vano intento por ensordecer el escandaloso silbido. Busco con la mirada a mis dos amigas, pero no las veo ni a ellas ni a nadie más. De un segundo a otro todo el mundo ha desaparecido, a excepción de la extraña mujer. Todo empieza a sacudirse, como si de un temblor se tratara.
Abre todavía más la boca, haciendo que el sonido aumente todavía más. Aprieto las manos sobre mis orejas un poco más, pero es en vano, el ruido es intolerable para mí, siento que los tímpanos me van a explotar.
Pero luego todo se detiene, el sonido para de escucharse. Volteó a los lados, soltando unos pequeños jadeos ante el sonido que escuché y ya no veo a señora todos seguían ahí escribiendo como si no hubieran escuchado nada, hasta Lydia y Malia seguían en sus notas. ¿Que esta pasándome?
ESTÁS LEYENDO
Remember I Love You | Teen Wolf ⁶ᵃ
FanficCon fecha cercana a la graduación, la manada se concentra en pasar y terminar bien el último año y poder graduarse exepto uno: Stiles, quien el asegura que todavía Beacon Hills los necesita, a la manada. Los demás tartán de hacerle entender que ya n...