El caballero vampiro [Trilogía EDDA #2 ]

2. Hilaria

Mi mundo se ha desmoronado con esas simples palabras, mi vida entera se había paralizado. Imposible, esto es imposible, no puedo creerlo, no quiero entenderlo, la incertidumbre y el intolerable dolor que ahora ocupan mi pecho me dominan, ¿Por qué ella? Tan pura, inocente y joven, su vida apenas está comenzando. Hilaria es el sol que alumbra mis tormentosos días, es la luz que ilumina con su sonrisa cada agotadora mañana y me ayuda a seguir de pie luchando por un mundo mejor, luchando por ella, para ella: para nunca perder aquella angelical y esplendorosa sonrisa. He prometido cuidarla como si de un ser intocable se tratase, como si de ello dependiera mi vida, por lo tanto, su importancia es semejante a la que Amalia, la magnífica e impredecible futura reina de los vampiros tiene en mi vida.

Hilaria es lo único que me queda, lo único que me mantiene de pie en este camino incierto que recorro intentando reconstruir lo que destruí tras tantas mentiras, perderla a ella, perder a mi preciada hermana menor, ¡Simplemente no puedo tolerar esa idea! Lo he perdido todo en esta vida: mi madre, mi hermano mayor, la mujer que tanto juré amar y perjuré proteger e incluso el cariño y la confianza de mi propia novia, la cazadora de vampiros que tanto me ha ayudado; por ende, simplemente no puedo soportar la idea de perder a otro ser querido más, mucho menos a alguien con tanta importancia en mi vida.

Sí, Hilaria para mi está a la altura de Amalia, daría todo, incluso mi vida, por ella. La noticia ha estremecido mi cuerpo, incluso mi alma, el aire nunca ha sido esencial en mi vida, sin embargo, he tenido que respirar. Me siento ahogado, destrozado y aterrado, mi mirada se mantiene fija en el camino que recorro casi a toda velocidad por los pasillos del viejo castillo en dirección al cuarto de mi hermana.

No entiendo, ¿Por qué sucedió esto? Un vampiro no puede enfermar, no podía enfermar hasta la creación del... no, Hilaria nunca ha estado en contacto con el virus, antes de su llegada, hace casi un año, hemos desinfectado el instituto mientras los humanos se encontraban de vacaciones ya que sabíamos que vampiros nuevos entrarían a la academia. Hilaria fue una de ellos, luego de su un año ha cambiado completamente en apariencia, sin embargo, sigue siendo una niña en su interior, una hermosa vampiresa que mi padre quiere educar de forma diferente a la cual se educa a las mujeres, desea convertirla en una mujer capaz, fuerte, decidida y preparada para el mundo, una mujer completamente independiente y que no necesite de un hombre para ser feliz, mucho menos mantenerse. Quiere convertir a Hilaria en una exitosa empresaria, su futuro es brillante, teniendo tantas metas, tantas cosas por hacer, tanto por lo cual disfrutar y dedicarse, ¿Por qué tuvo que pasar esto? ¿Por qué a mi hermana? ¿Por qué la desgracia condena a mi familia? ¿Qué hemos hecho los Wolfs para merecer esto?

«Hemos amado al pecado, hemos deseado el pecado, y hemos sido condenados por el pecado, Xavier. Tu amor incondicional y ciego por Amalia no es casualidad.»

Paro en seco mi andar al oír aquella suave y melódica voz que ha resonado en mi cabeza, me es familiar su tonada, sin embargo, tiene una pequeña diferencia: el acento francés marcado. Cierro los ojos con fuerza intentando bloquear mi mente, no deseo oírla, no ahora. Esta voz, esta mujer ha estado torturándome desde esa fatídica noche, me ha recordado día tras día mi pesar, noche tras noche mi agonía y la carga que he de llevar sobre mis hombros ante la responsabilidad de haberle mentido a mi amada Amalia. Mi pura y pequeña Amalia.

Angelique no parará hasta sumirme en la locura, no parará su acoso hasta lograr su cometido.

«Duele, ¿No?» unas suaves y pequeñas manos me rodean por detrás y acarician levemente mis hombros, bajando por mi pecho, sus largas uñas rozan mi camisa, tras mi oreja siento el aliento frio de una mujer. Sus carnosos labios sonríen, puedo sentirla sonreír aún sin verla. «Este es el precio que debes de pagar por enamorarte de una descendiente mía, tu familia estará condenada... las mujeres Wolfs están condenadas, tu madre, tu hermana. Me pregunto, ¿Qué tipo de condena será la de Hilaria?»