El caballero vampiro [Trilogía EDDA #2 ]

3. Accidente.

Celeste y Fabrice se encuentran entrenando en el gimnasio, los observo desde mi posición sin ánimos de hacer nada más que lamentarme por la terrible situación que mi familia está pasando. Intento buscar una forma de ayudar a mi pequeña hermana, pero no la encuentro, es tan jodidamente insoportable sentirse tan inútil como me siento en este instante. Si tan solo pudiera hacer algo, si tan solo supiera porque su sangre reaccionó de esta forma y comenzó a atacarse a sí misma. Pero no hay respuestas, solo preguntas y más preguntas, mi mente no deja de torturarme con la imagen de una deteriorada Hilaria, no puedo ignorar este hecho y seguir con mi vida.

La reciente entrevista de Amalia ahora estaba por todos los medios de comunicación posibles, su rostro y su bella pero aterradora sonrisa aparecían de portada y tras de sí la isla artificial que tanto había deseado construir finalizándose, su intervención en la política era algo de lo que muchos comentaban, movimientos anti vampiros hacían eco de que Amalia simplemente colaboraba con el país para manipular al presidente y a sus habitantes teniendo como resultado embelesados a los humanos con sus propuestas económicas, sociales y ahora culturales, pero, según estos movimientos anti vampíricos, lo hacía con el único propósito de conseguir no solo gobernar a la raza vampírica sino que también a la raza humana.

El argumento que estos movimientos recientes habían tomado era simplemente justificarse que los vampiros utilizaríamos a los humanos como fuente de alimento y disminuiríamos su población asesinándolos a sangre fría con tal de obtener su sangre a cambio, argumentos pocos válidos y creíbles. A pesar de la cruel aura que desprende de Amalia, siempre dejaba en claro que lo importante para ella era el bienestar de los humanos y que no perdonaría a ningún vampiro que haya cometido un crimen contra los humanos, este sería condenado a pena de muerte por incumplir las reglas sea puro o impuro.

La reciente creación de la isla artificial había hecho que el número de impuros se incrementara notablemente y con ello, el número de hambrientos había crecido también, era algo que Amalia tenía que lidiar a diario, durante la entrevista del día de ayer un hambriento había atacado a Amalia en su propia ciudad, pero la princesa de los vampiros respondió ante el ataque de una forma majestuosa.

Aún me estremezco de tan solo recodar esa impactante entrevista.

Su cabello cambió lentamente, así como el color de sus grisáceos y fríos ojos, carmesí era todo lo que la cubría, el aura que desprendía había sido chocante para los vampiros que estaban junto a ella. Su bella cabellera dorada ahora era una catarata ondulada rojiza, sus bellos e inexpresivos ojos brillaban hambrientos y juguetones. Atenea cambió rápidamente de forma a una guadaña, pero no la utilizó, simplemente tuvo que pararse ante el hambriento y exclamar unas palabras para que este explotara sin más. No sabemos si es su don, o si es una habilidad especial de Lilith por ser la primera vampira, pero lo que sí sabemos es que puede llegar a ser realmente aterrador que con unas simples palabras tu muerte sea escrita.

Su bella sonrisa de satisfacción sigue grabada en mi memoria, su precioso rostro de porcelana había sido manchado con gotas de sangre del impuro, con total elegancia y simpleza limpió esta sangre con su pulgar y lamió la sangre su dedo en un acto que fue poco más que lujurioso y placentero de ver, posteriormente prosiguió la entrevista disculpándose por la interrupción del hambriento y comentando que era una situación que a diario tenía que vivir: impuros intentando asesinarla, humanos intentando asesinarla e incluso hambrientos. Todos iban por su cabeza, todos la querían a ella, pero pocos eran las personas que podían hacerle daño.

Observo mi teléfono, el fondo de pantalla de este es una foto que poseo con Amalia de cuando todo era más pacífico, de cuando ella aún estaba de nuestro lado e ignoraba sobre el mundo vampírico, era una época de paz que poco a poco fue convirtiéndose en una época llena de mentiras y secretos, una época que dictó la sentencia que luego debería de pagar por culpa de haberle ocultado la verdad.