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Tolv ♥

- ¡Vamos, vamos princesitas!

La voz de August agotaba el doble las energías de Wilhelm pero a la vez le daba el doble de fuerza para remar y ganar en cada práctica. Le llamaba un ganar-ganar por así decir.

Cuando estaban en el muelle August le observaba.

- ¿Viene toda la familia a la competencia?

- No toda - Dijo con amargura Wille.

- Bueno, va a ser divertido ¿No crees?

- Claro...

Wilhelm se adentro en el camino que llevaba a las duchas y a los cambiadores. Simon estaba seguramente ahí. No había quedado seleccionado para el equipo, no era bueno, era la realidad, por más que él quisiera, era muy lento aun. Tal vez en los próximos años, cuando August se fuera de la escuela, remarian juntos.

Simon estaba ahí, hablaba con Henry y Walter que tampoco habían entrado al equipo oficial. La realidad es que no sabía porque él era el único que estaba en el equipo de los de primero. Los tres ni siquiera miraron cuando entró. Siguieron riendo de un chiste privado.

- ¿Qué onda? - Dijo Wille.

- ¡Hola! Fiesta de Walpurgis ¿Te prendes?

- Prendes - Henry se carcajeó, dado que la fiesta era hacer fogatas.

- Tarado que sos - Simon se rio al verlos y Walter se cruzó de brazos.

- Claro si, voy. - Felice ya lo había invitado y él quería invitar a Simon pero nunca tuvieron tiempo de estar solos.

- Bueno me voy.. - Walter se levantó y Henry lo siguió, Simon iba a hacer lo mismo pero Wille lo frenó.

- Tenemos que estudiar - Se escudo liberándose del agarre..

- Si - Respondió Henry. - Deja a tu chico ir

- Si, no que seas como cierta persona con cierta chica - Henry le golpeó y ambos se fueron del lugar peleando, al parecer era secreto.

Simon borró su sonrisa cuando noto que estaba solo con Wilhelm.

- Dios, primera vez que estamos solos en tres semanas Simon ¿Por que me estas evitando?

- No te estoy evitando, no seas dramático. - Simon se cargó la mochila en el hombro y al ver la ceja levantada de Wille agregó.- Estamos juntos siempre, osea, tenemos las mismas clases.

- No es lo mismo.

- Estudiamos en la biblioteca...

- Con gente.

- O comemos juntos...

- En el comedor, público.

- El punto está hecho.

- Sabes a lo que me refiero.... - Wille apoyó su mano en la pared.

- No todo es sexo en la vida Wille.

- No hablaba de eso... - Wille se achico de hombros.

Wilhelm recordó sus palabras hacía tres semanas: "Quiero que me sujetes las manos" le había comentado en un momento Simon, entre avergonzado y atrevido, y Wille cumplió y se sintió bien. Su pecho se hinchó al recordar, buscando aire. El poder que sintió sobre Simon cuando tomaba sus manos por las muñecas y se las sujetaba por encima de la cabeza con las suyas mientras le hacía el amor, era un acto de tan íntima confianza que la idea de tal cercanía repentina le resultaba abrumador. No habían hablado de "eso" desde esa noche, tal vez eran cosas que aún ambos no saben cómo lidiar. El sexo, el amor, el futuro y todo lo que implicaba estar juntos.