7. GRACIAS

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 Esa mañana, Minho decidió colgar el cuadro del velero. Necesitaba cambiar su actitud hacia Franz y esto parecía un buen comienzo. Enfrentarse a diario al donante del regalo podría ayudarle a dejar de centrarse únicamente en su orientación sexual. Estaba decidido a no dejar que su homofobia dictara sus interacciones, aunque eso no significara necesariamente mostrar afecto o simpatía. ¡No! Simplemente implicaba ser un poco más abierto y nada más.

El Sargento Kim apareció en la puerta, curioso por el ruido que provenía del interior. Poc, poc, poc. Sonrió al ver a Choi clavando un clavo en la pared y... —¡Auch!  —Un martillazo en el dedo.

—¡Hey! ¡Cuidado, Sargento! ¿Necesitas ayuda?

—Sí, coloca ese cuadro aquí mientras me alejo para ver si está en la posición correcta.

—¿Así?

—Un poco a la izquierda... no, menos, ya te pasaste. Ahora a la derecha, ahí está bien. Gracias, Jjong.

—¿Es un Armin? No sabía que tenías tanto dinero.

—¿Un Armin? No lo compré, es un regalo.

—¿Un regalo tan caro? ¿De Franz? Es hijo de Armin. ¿Y por qué te lo regaló?

—Fue un malentendido. No me gustaría hablar de eso, no es importante.

—¿No es importante? ¿Y te dio algo tan costoso? Además, te invitó a navegar.

—Ya no preguntes. Quizás te lo cuente más adelante.

—Como gustes, pero ten cuidado. Recuerda que Franz es bisexual y podría interpretar mal tus acciones.

—¡Detente, Kim! Él sabe que no me interesa de esa manera. Es más, ha decidido evitar cualquier tipo de amistad conmigo por su cuenta.

—Le gustas, y mucho, Sargento.

—Sí, lo sé. Por eso debemos interactuar lo menos posible. Sé que es casi imposible no encontrarnos, pero después de la Volksfest, todo volverá a la normalidad.

—Eres increíble, Choi. Hablas como si el interés de Franz por ti desapareciera después del festival. Pero te tengo noticias: cuando alguien te gusta, haces lo imposible para que se fije en ti. ¿Cómo esperas que desaparezca de tu vida si le aceptas regalos y salidas?

 —Este no es mi problema. No soy quien está enamorado de la persona equivocada. Y disculpa, Sargento, pero ya no quiero hablar más de esto; me molesta mucho y lo sabes. Te respeto porque nos conocemos desde que entramos a la academia,  pero de eso a que tenga que aguantar a Vön es muy diferente e imposible. 

—Eres tan intolerante. Espero de verdad que no tengas problemas algún día por eso. No todas las personas son pacientes cuando se trata de lidiar con la homofobia. Voy a asegurarme de que Key no esté presente cuando salgamos a comer o cenar, para no incomodarte aún más. Nos vemos luego, Sargento Choi.

Después de eso, Minho se sintió un idiota. Al tratar de distanciarse del DJ, ofendió involuntariamente a Jjong y a Key. Y, pensándolo bien, quizás era lo mejor no tener nada que ver con esa gente que parecía disfrutar exhibiéndose sin recato alguno en lugares públicos.

Ya era un poco tarde cuando Minho salió a comer y a dar una vuelta. Quería visitar los puestos de artesanía, ya que había pensado en comprar algo para sus padres y su novia. Llegó a uno donde tenían una gran colección de anillos de plata y comenzó a examinarlos detenidamente. Eran realmente bellos y exclusivos; sobre todo, le llamó la atención uno en particular con una cruz. De inmediato pensó que sería perfecto para Min-Suk. 

Lo pagó y lo colocaron en un estuche. Estaba esperando su cambio cuando de pronto escuchó la voz de un chico que decía, emocionado: —¡Hola! ¡Ya regresé por el anillo que le gustó tanto a mi amigo hace un rato!

DJ VÖN  (2 MIN)🔞⚠️⚠️ 🌈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora