34.CARRERAS CLANDESTINAS.

103 29 34
                                    

 Key ya estaba aburrido. Llevaban ahí aproximadamente 3 horas. Ya había hojeado todas las revistas, jugado algunos juegos en su celular, comido algunos bocadillos, tomado varias cervezas e ido al baño quién sabe cuántas veces. La cabeza de Franz lucía nuevamente sus rastas en tono rubio-cenizo.

—Solo espero que ese jodido Marine sepa apreciar el sacrificio que estás haciendo para darle gusto. ¿De verdad es tan bueno en la cama?

—No es por eso, Key. A él le gusta tocarlas todo el tiempo, siempre está metiendo sus dedos entre las rastas. Además, me lo pidió. Le agrada cómo se me ven. Sabes que a mí siempre me gustaron.

—¡Ay, Franz! A ti se te ve bien cualquier tipo de peinado o corte. Esa carita de bebé que tienes te da muchos puntos para hacer lo que se te antoje con tu cabello. Voy a tomar una foto para postearla y que la vea Ji-Hu. Quiero que se vaya haciendo a la idea de que estás de regreso, Bad Boy.

—No entiendo tu afán de comunicarle todo a mis padres después del accidente. No se te vaya a ocurrir informarles que estoy de nuevo con Minho.

—Franz, no soy estúpido. Jamás atentaría contra tu felicidad.— Gracias, Key. ¿Puedes guardar un secreto?

—¡Claro! Sabes que puedes. Yo soy una tumba.

—Estoy enamorado del Sargento, me tiene idiota.

—¿Lo amas?

—¡Nooo, no creo! Estamos comenzando esa etapa de enamoramiento en donde solo quieres estar con la persona y follar todo el tiempo. Y luego, cuando esa comezón termine, no sé qué pasará. Quizá sigamos dando pasos o igual cada quien tomará su camino. Pero por lo pronto, pienso disfrutar a ese hombre al máximo.

---------

Franz y Minho estaban haciendo malabares. Se encontraban teniendo sexo arriba de la Harley; la moto se movía hacia los lados y no se habían volteado porque ésta tenía los frenos de piso. Las embestidas eran frenéticas y los gemidos de Franz probablemente se escuchaban hasta la calle.

—¡AHHHHHH, SARGENTOOOO!

Minho le acariciaba las nalgas y lo estabilizaba para que no se cayera.

— Me estás volviendo loco, Franz. Te ves hermoso con tu cabello así. Dime que te gusta esto, tú y yo tan excitados.

—Sí... síiii... me gusta muchooo.

Los labios de ambos ya estaban hinchados y rojos de tanto besarse, sus cuerpos totalmente desnudos sudaban sin descanso. Franz se aferraba a los hombros de Minho con sus manos y cuando llegó al clímax le enterró las uñas. Choi se vino segundos después con la misma intensidad de siempre.  

El abdomen de Minho quedó cubierto de semen. Eran un desastre. Les urgía una ducha. Franz tenía los músculos tiesos por la posición en la que estuvo.

—Mierda, me duele todo.

—¿Quieres que te dé un masaje?  —Preguntó Minho.

—Me gustaría mucho, pero mejor vamos a bañarnos. La carrera es a las 2 y apenas nos va a dar tiempo de llegar.

—Mmm... sobre eso, Franz, yo preferiría que no lo hicieras. No me gustaría verte de nuevo lastimado.

—No jodas, Sargento. Nunca he tenido un accidente en mi moto. Además, tú correrás conmigo, serás mi Glücksbringer* (amuleto de la suerte)

—¿Quéee? No, olvídalo.

—Si no quieres, no hay problema. No te voy a obligar.  —Franz lo mencionó tratando de no sonar molesto.

DJ VÖN  (2 MIN)🔞⚠️⚠️ 🌈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora