Nine months [Finalizada]

Capítulo 10

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ADVERTENCIA LEMON #3 😝

—"Bueno Gatito, ya te dije lo que querías saber. Ahora, ¿te gustaría intentar hacer cachorros?".— El Alfa de sonrisa gatuna movía sus cejas de arriba hacia abajo.

—"Kuroo. Eres un 'idiota'." — Kenma observaba a su esposo con una sonrisa sutil, llevando sus brazos alrededor del cuello de su Alfa y acercando más sus labios a los del contrario hasta ser atrapados por estos.

Kenma saltó y rodeó la cintura de Kuroo con sus piernas mientras que este lo agarró de sus glúteos y los dirigía a su habitación.

Rompieron el beso y el Alfa colocó a su Omega en la cama. Kuroo empezó a desabotonar la camisa vino tinto de Kenma y este se dejaba hacer mientras que admiraba el rostro de su esposo.

Kenma no quiso quedarse atrás, por lo que llevó sus manos a la camisa blanca de Kuroo y de igual forma la desabotonaba.

Una vez el Omega quitó la molesta prenda del torso de su Alfa paseó sus dedos por todo este admirándo lo bien trabajado que estaba, mordía su labio inferior inconscientemente y lamía sus labios de manera provocativa.

Luego de quedar ambos totalmente desnudos, Kuroo recostó a Kenma sobre la cama. El Alfa se inclinó hasta que su rostro quedó sobre el pecho de su Omega y comenzó a lamer los pezones de este. Subía y bajaba por todo su torso, y Kenma emitía suaves sonidos, casi imperceptibles, pero su pareja aún así los escuchaba.

— "Kuroo~ ya~". —

—"Aguanta un poco Gatito. Aún falta". — Bajó su lengua hasta llegar a la entrada de su pareja. Al tiempo que lamía en círculos la pequeña cavidad tomó con su mano derecha el miembro de su pareja y lo masajeaba de arriba hacia abajo. Kuroo dejó de lamer la entrada su Omega y llevó sus dedos a esta simulando embestidas.

Kenma jadeaba bajito. Siempre que podía, procuraba ser lo menos ruidoso cuando se acostaba con Kuroo.

— "¿Listo Gatito?" — Kenma asintió al escuchar la pregunta de su Alfa. Kuroo posicionó su miembro y entró en el Omega de una estocada.

— "Ah~ Kuroo~ Se siente muy bien" — Ante tales palabras Kuroo no pudo evitar soltar una risa. — "¿Qué te parece tan gracioso?". — Kenma sonaba un poco molesto. Su pareja había arruinado el momento.

— "Gatito, solamente en estas ocasiones eres honesto amor". — Contestó depositando suaves besos en las mejillas del Omega y tomando las manos de este entrelazándolas con las suyas. Kenma se sonrojó y giró su rostro hacia un lado tímidamente.

—"Idiota... Más bien muévete". —

—"Tus deseos son órdenes Gatito". —

Las estocadas llegaron y Kenma se sentía en el séptimo cielo. Después de más de una década juntos, estar con Kuroo era lo que más amaba Kenma en este mundo, aunque jamás lo admitiría.

—"Ah~ Kuroo~ Mmm. Ah~". — Los sonidos eróticos de la voz del de ojos dorados alegraban al Alfa. Kuroo gruñía al sentir cómo su Omega lo apretaba más y más.

— "Ah. Gatito. Me encanta como me aprietas. Mm. Ah". —

Kuroo daba varias estocadas en la cavidad de Kenma. El Omega soltó un gemido bastante alto, sonrojándose por el propio sonido de su voz. Kuroo reía por lo tímido que podía llegar a ser Kenma durante el sexo, a pesar de llevar tantos años juntos.

— "Te gusta, ¿eh? Gatito". — Kuroo siguió penetrando a Kenma.

Kenma dejó de lado su orgullo y decidió disfrutar de las sensaciones que le eran provocadas en su interior por su pareja.

—"Sí~ Amo sentirte muy dentro de mí. Ah~ Kuroo~". —

La mandíbula de Kuroo se tensaba. Kenma mordía su labio inferior, sentía cómo el hormigueo en su vientre crecía.

El olor a canela de Kuroo y el de manzana de Kenma los hacía sentirse como si fueran los únicos en este mundo.

Kenma rodeó la espalda de Kuroo con sus brazos y con sus uñas trazaba marcas. El Alfa tomó el cuerpo de su Omega y quedaron sentados. Kuroo rodeó la cintura de su Omega con sus brazos, y sus embestidas las volvió más intensas.

— Gatito. Mmm. Kenma... Ya... Voy... —

— Kuroo~ Kuroo~ Dentro. Hazlo dentro. ¡Ah~! —

Mientras el Alfa llegó al clímax dentro de su Omega mordió el cuello de este, marcándolo como suyo una vez más. Kuroo anudó dentro de Kenma, y este último culminó en medio de sus vientres.

Sus respiraciones sonaban entre cortadas. Ambos levantaron la mirada y posaron sus ojos en los del contrario. Rieron por tan hermoso momento. Kuroo llevó sus labios a los de Kenma y se besaron cálida y tiernamente. Se amaban y nada ni nadie cambiaría eso.

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