Nine months [Finalizada]

Capítulo 32

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UN MES DESPUÉS

Los Omegas ya estaban pasando por el quinto y cuarto mes.

Debido a todos los problemas que sufrieron nuestra pareja de cuervos menores, Hinata no había querido saber el género de su cachorro, pues sentía que Kageyama debía estar con él en ese momento.

Los demás Omegas hicieron un pacto y ninguno averiguaría el género de sus respectivos cachorros por no incomodar a Hinata. Pero ahora todos estaban juntos otra vez, por lo que decidieron sacar una cita para el mismo día, cada uno con sus respectivos doctores, y por fin sabrían que estaban esperando.

EN EL HOSPITAL

— "Apuesto a que tendré un niño. En cuanto a su segundo género, ni idea". — Oikawa pasaba sus manos por su vientre muy delicadamente.

— "Será como yo, es lo único que sé. Es muy tranquilo, casi ni se mueve". — Decía Kenma mientras jugaba con su PS, como era de costumbre.

— "Bro. ¿Te imaginas si nuestros cachorros se emparejan?". — Se dirigió Kuroo a Bokuto.

— "Bro. Tendremos niños y definitivamente serán pareja". — Le respondió su amigo búho.

— "Definitivamente no. Espero que por Asahi no sean pareja". — Akaashi empezó a preocuparse por el futuro que tal vez le podría esperar.

— "Tengo la ligera sospecha de que todos tendremos niños. ¿No lo sienten igual?". — Opinó Suga.

— "Yo iba a decir lo mismo. ¡Y todos harán parte del club de vóleibol de Karasuno!". — Aquellas palabras del Omega con mechón rubio llamaron la atención de todos los presentes.

— "Ellos mismos decidirán si quieren o no ir a Karasuno, aunque me gustaría que mi cachorro fuera a Aoba Josai". — Decía el Alfa de ojos verdes.

— "Nuestro pequeño será del Nekoma, jugará vóleibol como nosotros y no se hablará más del asunto". — dijo serio el Alfa de sonrisa gatuna.

— "Kuroo... No obligarás a mi hijo a asistir a la escuela que tú quieras ni lo obligarás a jugar vóleibol. Él decidirá por sí mismo a dónde quiere ir y si quiere o no hacer parte del club de vóleibol, ¿entendido?" — Kenma miró muy seriamente a Kuroo, quien se limitó a asentir para no enojar a su Omega.

— "Estoy de acuerdo con Kenma. Cada persona debería ser libre de elegir lo que le gusta y hacerlo porque quiere y se siente bien con eso". — Los demás Omegas hicieron un sonido de apoyo por las palabras del pequeño cuervo.

— "Tsukki. ¿Tú qué opinas? ¿No sería eso maravilloso? Todos juntos en una sola escuela. Sería increíble si ese sueño se cumpliera". — Sonrió el pecoso.

— "No quiero a mi hijo cerca de búhos y gatos molestos. No lo permitiré". — El Alfa rubio apartó la mirada del grupo y cruzó sus brazos en muestra de desaprobación.

— "¿Oya? Tsukki. Podría ser que, ¿temes que tu hijo pueda enamorarse de alguno de nuestros hijos y por eso lo quieres mandar lejos de ellos?". — decía Kuroo con una sonrisa ladina.

— "¿Oya? ¿Oya? ¿Es cierto eso Tsukki?" — preguntó el búho.

— "Tch. Por supuesto que no". — Los demás se rieron por lo poco honesto que era el Alfa rubio.

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