Nine months [Finalizada]

Capítulo 19

▪️🌸▪️

ADVERTENCIA LEMON #5 😝

EN CASA DE IWAIZUMI Y OIKAWA

Oikawa se encontraba entrando a su hogar. Luego de enterarse de la llegada de los cachorros de sus cuatro amigos, quería uno para él también.

Muchos pensarían que era un capricho del Omega, pero Oikawa llevaba varios meses intentando decirle a su esposo sobre ampliar su familia. Sin embargo, siempre que Oikawa quería tocar el tema pasaba algo. Por ejemplo, que Iwaizumi tenía que entrenar a su equipo, o él mismo tenía prácticas con el suyo; que alguno de los dos tenía una cita médica; que tenían que visitar la casa de sus padres o la de sus suegros, o sus padres o suegros llegaban a su casa de imprevisto. En fin, Oikawa estaba frustrado.

Sin embargo, esa noche Oikawa lo había calculado todo. No habría ninguna interrupción, ni padres, ni trabajo, ni citas médicas, todo estaba listo.

Iwaizumi llegó dos horas después de su Omega a su casa. Al entrar pudo ver un camino de pétalos de rosas que conducían al segundo piso.

En el aire podía oler las feromonas de durazno de su Omega, y la luz de las velas volvían el lugar más íntimo y romántico.

— "¿Toruu?". — El Alfa estaba algo confundido por el ambiente que se sentía en su hogar. Siguió el camino de pétalos hasta el segundo piso que conducía hasta su habitación y la de su pareja.

La puerta estaba entre abierta, así que la empujó de manera suave encontrándose con una vista de su Omega algo diferente.

Oikawa estaba sentado en una butaca de color azul ubicada al lado de la cama matrimonial. Llevaba una bata de seda negra, sus piernas las tenía cruzadas y en su mano derecha una copa de champaña.

— "Hajime". — Oikawa dejó sobre la pequeña mesa de madera redonda, que se ubicaba en su lado derecho, la copa con el líquido burbujeante de color dorado. Iwaizumi liberó sus feromonas que olían a anís acercándose al Omega de manera lenta y seductora. Mientras caminaba hacia su pareja se deshizo de su abrigo, seguido de su corbata roja y su camisa blanca hasta dejar su torso desnudo.

Iwaizumi apoyo sus manos en los brazos de la silla, inclinó su torso y atrapó con sus labios los del contrario, dando inicio a una batalla ardiente de besos. Sus lenguas danzaban y peleaban por dominar a la otra.

Cuando el aire les faltó, el Alfa dirigió sus labios hacia el cuello de su Omega, mientras que éste rodeaba el cuello del contrario con sus manos y lo acariciaba suavemente.

Iwaizumi alzó el cuerpo de Oikawa de manera nupcial y lo colocó delicadamente en la cama matrimonial. Continuó besando su cuello mientras se deshacía de la bata que cubría el cuerpo del castaño. Una vez desnudo, se deleitó con la vista erótica de su esposo.

El Alfa se arrodilló en frente de las piernas de su pareja. Las tomó y las abrió para luego dirigir su lengua a la húmeda entrada del Omega, provocándole un gemido alto por la intromisión.

Continuaba dando lamidas dentro de su Omega, y luego dirigió sus dedos para combinar los movimientos de su lengua con estos. Oikawa movía sus caderas de forma circular y tomaba con sus manos las sábanas de la cama sintiendo como llegaba un primer orgasmo.

El Alfa se quitó su ropa restante, dejando ver su prominente erección, tomó entre sus manos el rostro del castaño, besó su frente, sus mejillas y sus labios.

Alineó su miembro en la entrada del Omega y entró de una estocada. Oikawa gimió una vez más, bien alto y agudo, aún se recuperaba del orgasmo.

Iwaizumi sabía que a Oikawa no le gustaba esperar, por lo que empezó a darle estocadas cada vez más certeras, profundas y rápidas.

—"Ah~ Hajime~ Se siente bien~ Mmm". — El castaño jadeaba entre más profundo sentía el miembro de su esposo dentro de él.

— "Tooru. Mi Omega. Te amo". — El ojiverde besó el pecho del Omega, y con su lengua viajó hasta el cuello y las orejas de este. El Omega se estremecía con el contacto del órgano en su piel. Mandó sus manos a la espalada del Alfa y con sus uñas dejaba marcas en esta, Iwaizumi se volvía loco con la sensación.

El Alfa salió del castaño y lo giró, dejándo su pecho sobre el colchón. Besó la nuca del castaño, donde estaba su marca y siguió repartiendo besos por toda su espalda, haciendo que Oikawa curveara su espalda.

Iwaizumi lo agarró de sus caderas, alineó su miembro una vez más y volvió a pentrar aquel punto que hacía a su Omega gemir su nombre y al Alfa gruñir el de su Omega.

El olor a anís se mezcló con el de durazno, volviendo el ambiente más agradable para la pareja; estaban los dos cerca a culminar. De un momento a otro Iwaizumi liberó su esencia, anudó dentro de su pareja y dirigió sus labios a la nuca de Oikawa marcándolo como suyo una vez más. El Omega se sentía pleno, sus músculos temblaban y el sudor de sus cuerpos se juntaba.

▪️🌸▪️

Ok. IwaOi es una pareja que se me hace difícil describir, aunque me encanta. 😝😍 En fin. Nos leemos en otro capítulo.

Momiji 😉