Capítulo 12

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Y entonces me percato de que su cuerpo no sólo es el de un resucitado por el Edo Tensei, también está brillando, está desapareciendo, poco a poco.

He llegado a esta estúpida cueva justo a tiempo para ver cómo desaparece ante mis ojos, otra vez. Nada más comprenderlo mi cara vuelve a estar inundada en lágrimas, a pesar de su sonrisa, aquella que tanto había amado de pequeña, la que con tanto anhelo había deseado volver a ver, no se esfuma de su rostro.

Sé que Sasuke no está ni a medio paso de nosotros, observando la escena en el más absoluto silencio, y aunque no lo estoy viendo puedo sentir la tristeza que embarga su ser. La misma tristeza que atenaza el mío. La misma que se refleja en el rostro de la que posiblemente sea la persona más buena e idiota de este mundo.

Los segundos corren y con ellos el tiempo que le queda a Itachi en este mundo. Su cuerpo se va despedazando, representando de una forma hermosa y terrible lo que nuestros tres corazones sienten en este preciso momento.

Hace menos de un minuto le he gritado con toda la rabia que poseía en mi cuerpo que lo odio, y tal vez es verdad, o puede que solo sea desesperación y tristeza, pero lo que es un hecho inmutable, lo que nada ni nadie va a poder cambiar nunca, ni siquiera él y sus estúpidas decisiones, es el amor incondicional que habita en mi interior, guardado únicamente para él.

—Itachi —digo en un sollozo lastimero, sujetándome a sus ropas, mientras él sigue sonriendo.

En un instante una de sus manos pasa por detrás de mi nuca, a la vez que con su otra mano atrae de la misma manera a su hermano pequeño, formando una especie de pequeño abrazo. Y entonces pronuncia las que serán sus últimas palabras.

—Nunca tenéis que perdonarme— dice, juntando nuestras tres cabezas, observándonos fijamente a los dos, primero a Sasuke y luego a mí—. Pase lo que pase a partir de ahora, sabed que siempre os he amado.

El llanto se hace conmigo y antes de que Itachi desaparezca por completo, mi voz desgarrada le grita lo que mi corazón me pide, lo que Sasuke también debe estar pensando: que nosotros también lo amamos, que siempre vamos a hacerlo.

Lo último que vemos es su expresión repleta de gratitud y amor, su preciosa sonrisa, sus ojos tristes por tener que separar nuestros caminos cuando, por fin, después de tantos años, estamos los tres reunidos de nuevo.

Y después, nada.

Sentimientos Ocultos [Naruto Shippuden] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora