SAMANTHA
Al final no pudimos conseguir el algodón de azúcar, el hombre vendió el último que le quedaba instantes antes de que llegáramos. Fuimos a los autitos chocadores. Corrimos hacia todos lados. Me sentí bien, era como si la carga simplemente se fue.
Lo extraño, pero eso pronto quedará en el olvido, ahora no es un recuerdo doloroso, por el contrario, es uno mejor, feliz. Oliver hace que todo sea mejor, incluso cuando intenta chocarme con su auto. Subimos a la montaña rusa donde gritamos a todo pulmón y donde un chico vomito sobre Oliver.
Reí como nunca, grite como no lo había hecho antes en la casa del terror. Los momentos que vivimos quedaron grabados como fotografías, fotografías que sacas para ver y rememorar buenos momentos.
Por primera vez no estoy enojada con cupido. Por primera vez puso en mi camino a alguien que me enseño que el amor puede ser eterno. Puedes amar incluso cuando esa persona no este, y estoy segura que quien tenga el amor de Thomas, lo va a tener para toda la vida.
Los días que siguieron a eso fueron como flashes, demasiados rápidos para mi gusto. La graduación no tardó en llegar. Aquel día todo esta ornamentado de una manera elegante, una manera que te hace sentir que puede que no estés vestido como se debe. Alan llamo, le va bien, es feliz. Dice que deberíamos visitar Brasil, incluso ha aprendido unas nuevas palabras en portugués, no les diré cuáles. ¡Vamos, se trata de Alan!
Sara obligo a mi hermano a usar traje, se veía bien. Dorotea obligo a papá a comportarse, se puso a protestar como un niño pequeño, mamá llego un poco tarde pero llegó. Nuestra mayor sorpresa fue ver a la Sra. Ross del brazo de papá, se los veía felices.
Nos tomamos varias fotos, varias de las cuales se las enviamos a Alan, se perdió la graduación, pero igual le mandaron su diploma por correo. No parece molesto por eso, está molesto por no haber podido ayudarnos con nuestros vestidos para el baile. Creo que solo trata de ver el lado bueno como siempre lo hace. Lo extraño. Todos lo hacemos, gracias a él hemos aprendido a cerrar la puerta con llave. Lo lamento por todas aquellas personas que querían entrar y llevarse cosas gratis. Así es la vida.
En aquel tiempo Sara y yo no nos podíamos quedar quietas, la universidad nos tenía alteradas. Volvimos loco a Alex, quien andaba siempre con nosotras. Nos tranquilizamos cuando llegaron nuestras cartas de aceptación.
Las vacaciones fueron lo mejor, no desperdiciamos ni un segundo, incluso Oliver se nos unió. Fuimos al cine y Alex tuvo que salir corriendo cuando un hombre se levantó furioso solo porque se le cayeron las palomitas encima de este. Estoy segura que era luchador profesional. ¿Quién diría que a los luchadores les gusta Bajo lo misma estrella?
Quisimos ir a la playa... se nos quedó el auto parado en medio del camino, suerte que no era Camino hacia el terror. Alex fue perseguido por un anciano cuando pedimos usar su teléfono. Pensó que era un asesino y trataba de matar a Popsy, su gallina. Las personas de edad madura sí que saben correr. Su esposa fue amable, se disculpó y nos permitió esperar ahí. Hicimos un día de campo, a Alex lo golpearon un montón de pelotas, niños traviesos.
Intentamos ir a la playa, nuevamente. Una tormenta nos impidió avanzar, pasamos la noche en el auto. Lo intentamos una vez más nos aseguramos de que no habría tormentas, esta vez llegamos, se nos pinchó la rueda a la hora de volver. Culpamos a Alex como las otras veces. Y así pasaron los meses.
Cada día fue más fácil que el anterior, hasta que llego el día en que su recuerdo dejo de doler por completo y eso es lo mejor de todo. ¿Lo amo? Si, todavía lo hago, ¿lo espero? No, entendí que su felicidad está al lado de ella y aunque me hubiera gustado ser egoísta y que esa dicha sea a mi lado, lo acepto. Espero al día en cuando lo vuelva a ver todo sea diferente, como dice Sara puede que en la otra vida nos volvamos a juntar y entonces, solo entonces no dejare que se me escape. Incluso usare una cuerda o una emboscada como papá lo sugiere a veces, porque en el amor todo se vale.
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Dile, NO al Amor
Novela JuvenilSam no quiere enamorarse, lleva años esquivando las señales de cupido. Cuando el mejor amigo de su hermano vuelve a la ciudad se vuelve difícil seguir con su vida como antes. No hay personas más diferentes que ellos. Y nadie tiene amigos tan meti...