JOHN
Todo estaba hermosamente arreglado. Demasiado cursi diría Sam. ¡Bah! Su hija no conoce el romanticismo, al menos Alex lo apoyaría.
Hoy era el día. Le pediría a Linda que se casara —nuevamente— con él. Los mariachis estaban listos para cuando llegara. Observo su reloj por quinta vez consecutiva. Solo habían pasado dos minutos de la última vez que reviso. Estaba nervioso, últimamente Linda estaba muy esquiva, intuía que se debía al trabajo.
El sonido de unos pasos lo alerto. Ya era la hora. Dio la señal para que la música comenzara. Linda apareció tan hermosa como siempre.
John supuso que su cara a punto de descomponerse era de una felicidad excesiva o que había comido un limón. Se apresuró a llegar a su lado, tomo su mano entre las suyas.
—John yo... —empezó a descender en una rodilla, lo siguiente que dijo lo detuvo—. Lo siento. Te prometí que lo intentaríamos. Creí que era una buena forma de que los chicos me aceptaran rápido.
De repente necesitaba poner distancia, eso sonaba tan familiar.
—Lo hice por Alex y Sam. Todos esperan ver a sus padres juntos. Entiéndeme, quería su perdón.
—Me usaste —dijo con incredibilidad.
—Lo haces sonar tan mal...
—Hace años te entregue mi corazón y lo pisoteaste, ahora vuelves para terminar de romperlo.
Linda le miro avergonzada. —Lo siento.
—¿No me amas? ¿No siquiera un poquito?
Por más que lo evito las lágrimas escaparon. Dorotea solía decirle que era tan sensible como una mujer embarazada.
—Lo siento, lo menos que quiero es lastimarte, solo quiero recuperar a mis hijos.
Al final era cierto. Lo que no funciona dos veces no lo hará tres veces. Se sentó evitando mirarla, otra vez había caído por ella.
—Vete —susurro—. Esto quedara entre nosotros, no generare más antipatía entre tú y Sam.
—John, me haces sentir como una persona horrible —su voz sonaba quebrada. ¿Estaba herida? Pues que bien, que sintiera una mínima parte de lo que él sentía.
—Lo eres, en lo que respecta conmigo. Vete, Linda.
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Dile, NO al Amor
Fiksi RemajaSam no quiere enamorarse, lleva años esquivando las señales de cupido. Cuando el mejor amigo de su hermano vuelve a la ciudad se vuelve difícil seguir con su vida como antes. No hay personas más diferentes que ellos. Y nadie tiene amigos tan meti...