CONSENTIDO | [Terminada]

Capítulo 16

La estación del metro era fría, el viento apenas lograba distraer a Jimin del dolor que le retorcía el pecho. Caminaba junto a Yoongi, sintiendo cómo sus piernas le pesaban más con cada paso, como si la culpa que lo invadía estuviera convirtiendo su cuerpo en plomo. Jimin sabía que algo no estaba bien, lo había sentido en la manera en que Yoongi lo miraba, en el silencio cargado que se extendía entre ellos. Pero nunca se imaginó que la verdad que estaba a punto de escuchar lo atravesaría como una daga.

Yoongi observaba de reojo a Jimin, notando cómo sus labios, normalmente suaves y tiernos, se apretaban en una línea delgada, casi dolorosa. El mayor quería hablar, aclarar todo de una vez, pero la angustia se le enredaba en la garganta, impidiéndole formar las palabras correctas. Optó por el silencio, sabiendo que cualquier cosa que dijera en ese momento solo empeoraría la situación. Pero la calma que intentaba mantener se desmoronaba en su interior, luchando contra el rencor que aún se aferraba a su corazón.

Finalmente, fue Jimin quien rompió el silencio, su voz temblorosa y quebrada por el dolor que intentaba ocultar.

-Yo... ¿Qué hice? -preguntó Jimin, su tono mezclando confusión y desesperación, mientras su corazón latía furiosamente contra sus costillas.

Yoongi exhaló lentamente, su mirada cayendo al suelo, donde los recuerdos se esparcían como fragmentos rotos. Había luchado tanto para mantener la calma, para no dejar que el resentimiento se apoderara de él nuevamente. Pero ahora, enfrentado a la vulnerabilidad de Jimin, no podía evitar que la amargura teñiera su voz.

-Samuel era mi novio en primer año... -comenzó Yoongi, su voz cargada de un peso que había llevado durante demasiado tiempo-. Cuando te conocí, me hablaba mal de ti. Decía que intentaste comprarlo... El año pasado me dejó, y me confesó que le ofreciste una gran cantidad de dinero para alejarlo de mí. Dijo que no valía la pena estar con alguien como yo, que no era capaz de pagar por su amor...

Las palabras de Yoongi cayeron sobre Jimin como una losa. Sintió cómo el suelo se desmoronaba bajo sus pies, dejando un vacío en el que su corazón se precipitaba, incapaz de encontrar asidero. Un dolor agudo le atravesó el pecho, tan intenso que por un momento pensó que no podría respirar. ¿Cómo era posible que hubiera hecho algo tan horrible sin siquiera saberlo? Su culpa se entrelazó con la confusión, y cuando finalmente logró hablar, su voz apenas fue un susurro, casi inaudible.

-No sabía... Lo siento -murmuró Jimin, sintiéndose como si estuviera desmoronándose por dentro, su pecho apretándose con un dolor insoportable.

Yoongi lo miró entonces, sus ojos buscando la sinceridad en los de Jimin. Había esperado sentir satisfacción al confrontarlo, al liberar las palabras que tanto tiempo habían estado guardadas. Pero lo único que encontró fue el dolor en el rostro del menor, reflejando el propio tormento que él mismo había cargado. Yoongi intentó liberar el resentimiento que aún lo mantenía prisionero, pero este se resistía, enredado en su corazón como una sombra persistente.

-Está bien... Alejaste de mí a un imbécil materialista... -dijo Yoongi, tratando de suavizar su tono, aunque la dureza aún latía en sus palabras-. Aun así, te guardé rencor porque no te conocía bien... Pensé que eras como él, y por eso te traté de la misma manera.

Yoongi hizo una pausa, viendo cómo Jimin bajaba la mirada, luchando por contener las lágrimas que amenazaban con brotar. El mayor sintió una punzada en el pecho al ver la fragilidad de Jimin, y sin pensarlo, extendió su mano hacia él, tomando suavemente la mano del menor, la cual estaba ligeramente lastimada por el frío. La piel de Jimin estaba helada, y Yoongi la acarició con delicadeza, como si temiera que se rompiera con solo tocarla.

-También lo siento, no debí tratarte así... -dijo Yoongi, su voz finalmente ablandándose, dejando que la sinceridad reemplazara al rencor.

Jimin, incapaz de soportar más la carga en su pecho, dejó escapar un sollozo ahogado, sus lágrimas cayendo silenciosamente mientras apretaba la mano de Yoongi con fuerza, buscando en su tacto un consuelo que no podía encontrar en las palabras.