Capítulo 5

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Shinichiro jugaba con sus manos un poco ansioso, por fin le diría a Takeomi sobre su decisión.

Había llegado antes de la hora acordada, habló por teléfono con Wakasa, este lo llamó esperando saber como estaba; Shinichiro también le contó sobre lo que haría, recibiendo ánimos por parte de el.

Golpeó el piso con su zapato, moviendo su pierna en un gesto nervioso. Soltó un suspiro, él no era alguien que se ponía nervioso fácilmente, pero este tema le inquietaba, era un poco absurdo, tomando en cuenta el hecho que ha estado en peores situaciones a lo largo de su vida.

Black Dragons era importante, pero no tanto como su familia y amigos.

—Llegaste temprano—sintió una mano en su hombro.

 Era Takeomi.

—Si, andaba por aquí cerca.

—¿Y bien? ¿Cómo te fue con Wakasa?

Shinichiro estuvo a punto de rodar los ojos, no aceptó venir para hablar de Wakasa. El tema era completamente distinto.

—No es por eso que acepté venir.

—¿Ah, no?

—No. Ahora a lo importante es otro tema.—soltó un suspiro intentando relajarse.

—Estás demasiado tenso—Takeomi lo miró con cierto curiosidad.— Bueno, ya dime que pasa.

Takeomi se acomodó en el asiento, mirando directamente a Shinichiro que mantenía una expresión neutra.

Las palabras de Shinichiro salieron con calma, como si estuviera diciendo algo sin importancia, pero el impacto que estás tuvieron en Takeomi era muy diferente.

—Voy a disolver a Black Dragons.

Seis palabras que golpearon a Takeomi demasiado fuerte, para él la pandilla lo era todo, ahora no tendría nada. Aún sin poder asimilarlo preguntó.

—¿Estás bromeando?

—No.

—¿Qué mierdas estás diciendo, Shinichiro? ¿Lo decidiste así de rápido? Ni siquiera lo consultaste conmigo.—No levantó la voz pero se notaba el enojo en ella.

—Yo soy el comándate, el líder; es una decisión que tenía que tomar por mi mismo.

Takeomi rio sin gracia—No me vengas con esa mierda.

Simplemente era absurdo. No podía disolver la pandilla justo cuando estaban en su  mejor momento. ¿Qué diablos le pasaba a Shinichiro?

—Daré el comunicado en la próxima reunión.

—¿Y ya? ¿mandaras al carajo tanto esfuerzo?—apretó su mandíbula al no tener una respuesta—¿Qué te hizo tomar esa decisión?

—Simplemente creo que es el momento adecuado.

—¿Adecuado?—repitió con frustración—¿escuchas los estúpido que suenas?

Shinichiro apretó los puños debajo de la mesa. No era estúpido, pero nadie entendería exactamente su decisión. Solo esperaba un poco de comprensión por parte del que se supone que es su mejor amigo.

—Solo quiero que te calmes—habló con calma—No es momento de escándalos.

Takeomi se levantó del asiento, haciendo todo el esfuerzo posible para no explotar y hacer un escándalo en ese lugar, ahora mismo no quería ver a Shinichiro ni a nadie.

—Vete al diablo.

—¿A donde vas?—preguntó Shinichiro, sin embargo el otro no contestó.—Todavía no termino de hablar, necesito que estés en la próxima reunión, eres el subcomandante.

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