Capítulo 6

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Wakasa mantenía la cabeza inclinada hacia atrás, observando el cielo y pensando. En cambio Shinichiro, él todavía estaba apoyado sobre su hombro sin decir nada. El silencio que se formaban entre los dos no era incómodo, más bien agradable.

—Tengo frío—murmuró Shinichiro.

—Deberíamos irnos.—el peliblanco tenia la extraña sensación de tener que salir de ahí.

—Es que estoy muy cómodo.—Shinichiro se acurruco más contra el peliblanco.

—¿No crees que estás muy pegado a mi?

—No.

Wakasa soltó una pequeña risa, intentando alejar aquella sensación.

—Claro, por cierto ¿Recuerdas cuando te hablé del gimnasio?

Shinichiro se acomodó para poder ver a Wakasa y asintió, pero éste tenía la vista en el cielo así que respondió.

—Claro.

—Le comenté a Benkei sobre eso y le gustó la idea, me propuso que fuéramos socios.

Shinichiro sonrió enormemente.

— Eso es genial

—Lo sé, pero todavía dudo si podremos hacerlo. 

—¡Claro que lo lograrán!

—Eres muy ruidoso—rio Wakasa—Son muchas cosas por hacer.

Shinichiro observó al peliblanco, recordaba hace tan solo unas semanas donde solo veía a Wakasa como un simple amigo, incluso llegó a molestarle su belleza, las chicas solían fijarse en el primero aún cuando él era tan indiferente ¿Quien iba decir que también caería rendido ante el peliblanco?

Desde que descubrió su atracción hacía Wakasa cambió su forma de pensar, nunca pensó que le gustaría un chico, y más alguien como él que gritaba "peligro" con tan solo verlo, pero era tan atrayente a la vez que era imposible ignorarlo.

Y justo es ese momento, perdió la noción de todo lo que le rodeaba para concentrarse en una sola cosa. Se podría decir que adoraba ver su perfil, su cabello desordenado que brillaba bajo la noche, su nariz respingada, los delgados labios que formaban una pequeña sonrisa de lado.

Simplemente él era hermoso.

El corazón de Shinichiro empezó a latir aceleradamente al dirigir sus ojos inconscientemente a los labios del peliblanco, la tentación estaba ahí de nuevo, y supo perfectamente que esa vez no podría hacer nada para parar sus instintos.

Se acercó a su rostro sin poder evitarlo. Wakasa al notar el acercamiento del pelinegro volteó hacía él, haciendo más fácil el acceso para Shinichiro, que dejándose llevar por sus deseos terminó juntando sus labios con los del peliblanco, llevando sus manos hasta las mejillas del contrario.

Sus labios era suaves, así como lo había imaginado tantas veces, la sensación de poder tocar sus labios era esplendorosa, poder besar a Wakasa era algo increíble y disfrutó cada maldito segundo que lo hizo.

Porque entonces todas sus emociones y pensamientos se hicieron añicos al ver la respuesta del peliblanco, la mano en su hombro obligandolo a alejarse, hizo que volviera a la realidad, a la cruda realidad.

—Para, Shinichiro.

Wakasa se levantó de la banca, tomando aire. Dejando a un pasmado Shinchiro con el corazón en los pies, el cual no tardó mucho en reaccionar ante esas palabras, aún sin saber que decir también se levantó, dispuesto a disculparse, pero Wakasa lo interrumpió.

¿Rechazado? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora