Apresuró el paso hasta llegar al ascensor, el olor a desinfectante y medicinas le estaba provocando dolor de cabeza horrible. Apretó con prisa el botón de la primera planta y esperó. Sentía que se asfixiaba en ese lugar.
Hisao estaba bien.
Ya no tenía nada que hacer ahí. Su moral no le permitía dejarlo solo, al menos no hasta que le avisaran que no tenía ninguna lesión grave. El golpe que recibió en su cabeza no había sido tan fuerte como parecía, aunque se quedaría unos días en el hospital para más exámenes.
Después de bajar, salió del lugar y el aire fresco lo recibió. Sintió un especie de alivio al sentir el viento golpear todo su cuerpo. Caminó hasta la parte trasera del lugar, donde apenas la luz llegaba. Sacó la cajetilla de su bolsillo y se dispuso a prender un cigarro, eperaba que nadie lo encontrara.
Se apoyó sobre la pared mientras daba una calada. Movió sus hombros en un intento de liberar el estrés, sentía que le habían pasado una manada de elefantes encima.
Se sentía cansado física y emocionalmente.
No debería seguir ahí.
Solo había un lugar en el cual desearía estar.
Quería olvidar todo lo ocurrido. Quería ir a su departamento y hacer como si nada hubiera pasado, abrazarlo y decirle cosas estúpidas que lo fastidiara hasta el punto en el que lo amenzara con echarlo a patadas, pero todo lo diría mientras una pequeña sonrisa se formaba en sus labios, porque así era Wakasa.
Pero no podía hacerlo, porque ya no estaría más a su lado.
Su hubiera sabido que todo eso pasaría, habría aguantado un poco más...
No, no podía.
Sintió un nudo en su garganta al pensar en ello, de repente se le dificultaba mantenerse de pie, sintió que sus piernas se quedaban sin fuerzas, sus rodillas se doblaron y su espalda se deslizó por la pared hasta quedar sentado. No había nadie más ahí, entonces se permitió desahogarse un poco, no lo había hecho porque pensaba que no lo necesitaba, tenía muchas cosas de las que encargarse, su familia, el trabajo, no podía darse ese lujo.
Quería desaparecer todos sus problemas de una vez.
Quería eliminar de su memoria las palabras de Wakasa, la manera tan fría en que le había visto y su forma de actuar tan hostil. Queria dejar de pensar en ello.
No le parecía justo, ¿Después de tanto, dejarían que todo se acabara de esa manera?
Sabía que había sido su culpa, actuó de manera impulsiva y controlado por el enojo del momento, aún así, no quería terminar de esa forma, esa no era su intención.
¿Que si acabó con sus problemas? En realidad había empezado con ellos, porque lo único en lo podía pensar era en él.
Wakasa estaba molesto y lo sabía por la forma en que lo trató, pero no comprendía su forma de actuar.
¿Que ganaba golpeando a Hisao? Es cierto que estaba involucrado, pero no tenía ni una responsabilidad sobre su relación, Wakasa sí.
Porque mientras él había pasado la noche pensando en una manera de arreglar las cosas, Wakasa solo pensó en buscar un culpable.
Pasó el dorso de su mano por sus mejillas, notando la humedad en ellas. Soltó un enorme suspiro, aveces se dejaba llevar por sus pensamientos que no notaba las reacciones de su cuerpo ante ellos.
Sintió su celular vibrar en su bolsillo, miró brillar el nombre de Takeomi en él.
¿Debería contestar?
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¿Rechazado?
RomansaShinichiro empieza a sentir atracción por Wakasa, el chico que probablemente sea el más complicado que haya conocido, pero tiene miedo de ser rechazado tal como sucedió las 20 veces anteriores, así que no tiene más remedio que lograr que se enamore...