Capitulo 41

962 57 27
                                    

En el cuarto de Empe
Emperatriz del Junco

Estoy sentada en mi cama, checando mi brazo. Tiene un moreton bastante evidente y la verdad, al presionar, me duele considerablemente. No sé con qué derecho Leonardo se cree para hacer esto. El muy imbécil ni siquiera debería estar aquí viviendo, no entiendo como es que mi mamá lo defiende tanto.

La puerta de mi cuarto se abre y veo a David entrando, cerrando la puerta con llave después.

"David, ¿qué haces aquí?" yo le pregunto, viendolo como se acerca a mi y se arrodilla, agarrando mi mano y después analizando mi brazo.

"Vine a ver como seguías." Él me responde con aire de preocupado.

"Yo estoy bien. Pero tú no debiste venir, es muy arriesgado." Yo lo advierto, mientras él sigue mirando el moretón en mi brazo.

"Empe tú y tu familia jamás estarán bien mientras ese imbécil que tienes por cuñado siga viviendo aquí." David me dice y yo miro hacia abajo.

"Ya lo sé pero quien manda es mi mamá y si ella quiere que él esté aqui, no hay nada que hacer." Yo le digo.

"Bueno, entonces hay que hacer algo para que ella recapacite. No puede ser tan terca." Él me dice, mostrando una pequeña sonrisa y besando mi moretón después, haciendome sonreír.

"Si tu supieras..." yo le respondo, dandole y beso en sus labios así que los tiene libres.

"¿Te duele mucho el brazo?" él me pregunta entre besos, mientras ambos terminamos acostados en la cama, él por encima de mí.

"Un poquito pero no importa." yo le digo así que puedo. "Oye."

"¿Qué?" él pregunta, su mano en mi cara.

"Te amo." yo le digo.

Él detiene los besos y me mira a los ojos. Después roza nuestras narices, sonríe y me da un beso corto. "Yo también te amo. Mucho."

Yo lo abrazo y él solo está arriba mío, ambos mirandonos.

"Tienes los ojos más hermosos que he visto en mi vida." Él me dice. Yo sonrío.

"Los tuyos también lo son." yo le digo.

"Ya, pero no tanto como los tuyos." Él me dice.

"Pues yo cuando te miro a los ojos me pierdo porque es como si estuviera viendo galáxias." ¿Es en serio, Emperatriz? Tanta miel lo va a espantar, que cursi eres.

"Oye, ¿desde cuando tan cursi tú?" él me pregunta y ambos nos reímos.

"No sé, desde que te conocí probablemente. Tienes ese efecto en mi." yo bromeo.

"Ah bueno, entonces yo también puedo ser cursi y decirte lo que veo cuando te miro a los ojos." él me dice y yo asiento. "Tus ojos me recuerdan la naturaleza. El verde siempre me recuerda el campo, la vida y me trae mucha paz y calma. Y eso es lo que siento cuando estoy contigo. Paz y calma, y mucho amor. Por sobre todas las cosas, siento mucho amor por ti, Emperatriz."

Lo amo. Lo amo, lo amo, lo amo, lo amo, lo amo, lo amo. Amo a David Rey. ¿Y como no amarlo? Es perfecto, es la persona de mis sueños.

"¿Y soy también tu inspiración para pintar tal y como tu eres la mía para escribir?" yo pregunto y él asiente. Yo agarro su cabeza con fuerza y estampo mis labios contra los suyos, solo para ser interrumpidos por mi hermana Sofía tocando a la puerta.

"Bebé, ábreme por favor." Sofia me dice desde el otro lado de la puerta. Nosotros los levantamos rápidamente.

"Mierda." yo susurro. "Escondete en el baño, yo la voy a distraer y cuando puedas te vas corriendo."

TIERRA DE REYESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora