Capitulo 86

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Emperatriz del Junco

Después de haber dejado a David me fuí a buscar a mi hermana pero ella no estaba por ninguna parte. Y Flavio tampoco. ¿Donde se metieron ahora estos dos?

Pregunté a todo el mundo si sabían de su paradero pero nadie sabía nada. Solo me dijeron que después de grabar la escena, Flávio se llevó a mi hermana en el caballo. Es increíble lo insistentes que son estos Gallardo. ¿Algún día nos dejarán en paz?

Llamé a Irina unas mil veces y nunca me contestó. Mientrad esperaba por ella, impaciente, David se acercó al set pero mantuvo su distancia, hasta que en un impulso le hablé.

"Esto es culpa de tu hermano. Ustedes como que no saben respetar la voluntad de los demás ¿no?" yo le digo de manera un poco autoritária. La verdad no sé porqué le hablé así. Creo que es por todo lo que ellos representan y por lo impotente que me siento al estar luchando en contra de mis propios sentimientos. No me reconozco.

"¿De qué hablas?" él me pregunta confundido y sorprendido por mi actitud.

"Que ustedes los Gallardo no saben respetar la voluntad de las otras personas. Es de familia ¿no?" Yo le sigo diciendo. "Mi hermana no quería si quiera tener que ver a tu hermano, mucho menos hablarle o tener que besarlo y resulta que él se la llevó en el caballo."

"¿Y como sabes que tu hermana no estuvo de acuerdo?" él me dice.

"Claramente que mi hermana estuvo de acuerdo." yo digo sarcásticamente. "¿Quien no se quiere ir con el tipo que la enamoró y la engañó solo por una estúpida venganza?"

"A ver, Empe, ¿Qué mosca te picó? ¿Porqué me hablas así? ¿Qué te pasa?" él me pregunta ofendido pero sin perder la calma. Ay, como lo odio por no enojarse conmigo y gritarme. Quiero que me trate mal para que lo pueda odiar y así lo pueda olvidar más facilmente. Pero no, sigue siendo el mismo chico delicado de siempre. Lo detesto.

"Pasa que ustedes no tienen el derecho de seguirnos buscando después de lo que pasó." yo le digo, desesperada y con todas mis emociones a flote. Algunas lágrimas caen por mi cara y veo como algunas personas del staff nos miran raro. "Ustedes no tienen el derecho de engañarnos y enamorarnos por algo de lo que no somos responsables. Ustedes no tenían el derecho de romper la poca relación que teníamos con nuestra madre, no lo tenían."

"Empe, por favor cálmate ¿sí?" él me dice, poniendo sus manos sobre mis brazos en un intento de tranquilizarme. Yo me suelto rápidamente.

"¡Tú no tenías el derecho de enamorarme de esta manera para después destruir todos los momentos hermosos que vivimos!" yo sigo llorando. ¿Cuanto más tendré que llorar en mi vida? Ya me estoy hartando. "Y si en realidad me quieres, hace mucho que me hubieras dejado ir. No se vale que me sigas buscando y mirando así de esa manera. No se vale que me hables siempre con esa ternura, ni que no te enojes conmigo. No se vale que seas tan comprensivo."

David me mira con sin saber muy bien qué decir. Creo que nunca me ha visto así de enojada. Cuando descubrimos todo, opté por ser comprensiva y por tener empatía y creo que hice mal. Ahora estoy soltando todo lo que tenía guardado.

"Y tampoco se vale que seas tan guapo y que cada vez que te vea sienta ganas de abrazar, de besarte y de estar contigo, y que luego me odie a mi misma por eso. ¿Porqué eres así?" yo pregunto desesperada. Seguramente me veo como una desquiciada en este momento.

Él se acerca a mi, toma mi cara en sus manos y coloca su frente junto a la mía. Yo respiro con dificultad mientras sollozo y algunas lágrimas siguen cayendo por mi cara. Él separa nuestras frentes y me observa, limpiando las lágrimas que van cayendo por mi cara. Su mirada, su olor y su toque me tranquilizan como siempre lo han hecho.

TIERRA DE REYESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora