Capitulo 105

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En el hospital
Emperatriz del Junco

Se me hizo imposible dormir. Hoy desconectan a mi abuelo y eso es algo que logro aceptar. Mi relación con las pérdidas es rara porque siempre tengo el impulso de fingir que no ha pasado nada y sigo con mi vida. Cuando supe de la muerte de papá entré en shock, en negación y me deprimí. Luego mi cerebro activó un mecanismo de defensa en el que asumió que mi padre estaba de viaje y que más tarde volvería pero él nunca volvió ni volverá y aún así, sigo creyéndolo a veces. Y honestamente creo que eso es lo que me mantiene de pie todavía.

Me pregunto si será así con mi abuelo. Él nunca se iba de viaje así que estoy acostumbrada a que esté en la casa siempre. No verlo sentado en la mesa con nosotras será de los momentos más tristes de mi vida. No tener a mi eterno poeta, la persona que me hace reír con todas sus ocurrencias será duro.

El camino del rancho hasta el hospital fué silencioso. Yo y mis hermanas fuimos con Pablo al rancho Alcázar por Soledad. Leonardo se ofreció a traernos pero nos negamos rotundamente. Yo no acepto nada que venga de ratas, mucho menos de una rata como él.

Soledad tampoco dijo nada en todo el camino, simplemente se sentó entre Irina y yo, sus manos apoyadas en nosotras. Vi a David a lo lejos pero rápidamente bajé la mirada. Odio ser así y no lograr olvidar a las personas de una vez. Además es como si el universo estuviera haciendo un complot para llevarme hacia él a cada 3 segundos.

Llegamos las cuatro al hospital, junto a Soledad, y cuando entramos en la sala de espera donde está mi mamá y Leonardo, la primera de pone histérica.

"¿Se puede saber que hace esta mujer aquí?" ella nos pregunta nerviosa. "No puedo creerlo. ¿Como es posible que hayan traído a esta mujer?"

"No, lo que yo no entiendo es como pudiste ser tan cruel y no le permitiste ver al abuelo antes." Sofía le dice a mamá.

"Sofía, tu madre hizo lo correcto. Esta mujer no es bienvenida a la familia." Leonardo dice, levantandose del sofá.

"Tú tampoco y aún así aquí estamos." yo le respondo al muy sinvergüenza.

"Mi hermana tiene razón, tú no eres nadie para hablar en esta familia." Sofía me apoya.

"Lo que pasa es que a diferencia ustedes, yo no creo en las lágrimas de esta traidora." mamá nos dice y luego mira a Sole. "Te dije que no vinieras, no tienes nada que hacer aquí. ¿No entendiste o qué?"

"Señora, por favor. Por lo menos hágalo por sus hijas. Demuéstreles que tiene usted un poquito de piedad y talvez así quizás Dios escuche su dolor." Soledad dice serenamente mientras mamá nos mira a las cuatro.

"Mamá, no lo hagas porque ella si no quieres pero hazlo por el abuelo. Tú sabes muy bien cuanto la quería y nunca estuvo de acuerdo con que la corrieras de la casa." Irina le dice entre lágrimas.

"Nuestro deber es hacer que estos últimos momentos sean como él hubiese querido." Andrea dice. "Por favor no te opongas."

"Vamos a despedirlo como él se merece ¿no crees? Mamá, yo sé que debajo de toda esa dureza también te duele." yo le digo a mi progenitora.

"Seamos por un momento la familia unida que éramos antes, por favor." Sofía se lo pide y ella se nos queda mirando con lágrimas en los ojos.

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En el rancho Alcázar
David Gallardo

La vi de lejos y me tengo que conformar con eso. Me gustaría apoyarla en este momento tan difícil pero no la quiero forzar a nada. Si ella no me quiere cerca solo me queda aceptarlo.

TIERRA DE REYESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora