Capitulo 32

739 53 13
                                    

De noche
Emperatriz del Junco

Voy caminando por los pasillos de arriba hasta el cuarto de mi abuelo. Abro su puerta y no está. ¿Donde diablos se metió?

Voy hacia el cuarto de mi madre. Lo abro y no veo a nadie. Me sorprende que Doña Cayetana haya salido a estas horas de la noche.

Irina salió de fiesta con Darío y Andrea no sé adonde fué. Anda muy misteriosa. Primero despide a Samuel y luego se preocupa con él. Quien la entiende.

"¡Báilale!" escucho a mi abuelo gritar, seguido de un disparo. Me asusto y corro hacia el ruido. Viene del cuarto de Sofía.

La puerta está abierta. Entro y veo a mi abuelo en su silla de ruedas, apuntandole una pistola a Leonardo, quien está sin camisa, mientras mi hermana Sofia agoniza en su cama.

"¡Lárgate!" mi abuelo le grita a Leonardo.

Leonardo lo mira enfurecido, mientras mi abuelo le apunta con la pistola. De seguro otra vez drogó a Sofia para abusar de ella. No entiendo como es que ellos siguen casados.

Leonardo camina lentamente para fuera del cuarto. "Esto no se va a quedar así." el muy imbécil susurra.

Yo lo sigo para fuera del cuarto. "¿No te llegó lo de la otra noche? Tuviste suerte que no te maté, imbécil. Que no se te ocurra volver a tocar a Sofía, ¿me entendiste?"

"Mira, niña estúpida, suerte tuviste tú porque no te llevé con la policía por intento de homicidio." Él me amenaza.

Yo me río. "No me acusaste porque no te convenía. Sabías perfectamente que si lo hacías, yo iba a decir la verdad y ahí sí, te llevarían a ti preso por violador."

Él se enfurece, quebrando una pieza decorativa del pasillo y se va enojado a su cuarto, cerrando la puerta con fuerza.

Este fué mi primer enfrentamiento con él desde la noche en la que lo apuñalé y nunca pensé ser capaz de decirle algo así. Ahora sé que por los míos soy capaz de todo.

Vuelvo al cuarto de Sofía, y veo a mi abuelo tratando de confortarla. Yo me siento en la cama al lado de Sofia, y le hago cariños en el cabello.

"Ya todo está bien. Él no te hará daño, no te preocupes." yo le digo a mi hermana, que está completamente sedada.

"Nosotros te cuidamos." mi abuelo le dice.

De la nada, Soledad, Nieves y Rocío entran corriendo al cuarto. De seguro oyeron el disparo.

"¡Ay ¿qué pasó?" Soledad pregunta, fuera de si.

"Pues pasó lo de siempre. El pelele, patán, patético de Leonardito estaba molestando a Sofía." mi abuelo le responde a mi nana.

"Ay otra vez, dios mío." Soledad dice, sentandose a mi lado y acariciando a Sofia.

-
Media hora después
En el cuarto de Sofía
Emperatriz del Junco

Sofía está ya dormida, mientras Nieves termina de acomodar su cama. Yo y mi abuelo seguimos ahí.

"Nieves, ven para acá." Mi abuelo le dice. "A ver, hija, trata de hacer memória. ¿No le habrán puesto algo al té de Sofía?"

"Don Felipe, la verdad es que el té pues se lo hizo Soledad con mucho cariño para que la señora se sintiera mejor. A mi se me hace que ella se tomó alguna medicina." Nieves le responde a mi abuelo.

"O Leonardo la drogó." yo digo, metiendome en la cama con Sofía. Esta noche dormiré con ella. No la quiero dejar sola. "Es probable que el té se haya quedado solo durante algun tiempo y él le haya añadido algo."

TIERRA DE REYESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora