Capitulo 104

418 33 15
                                    

En el hospital
Emperatriz del Junco

"¿Qué haces aquí?" es lo primero que sale de mi boca así que lo veo. Limpio mi cara, la cual está inchada de tanto llorar, y me volteo para mirarlo bien. Se ve distinto, dejó crecer un poco el pelo y se me hace más alto.

Mis latidos se alteran con su presencia y vuelvo a sentir algo que no he sentido en todos estos meses. Su mirada penetra la mía y siento como si me quedara sin aliento. Pensé que ya lo había olvidado pero no. Todavía sigo sintiendo todo lo que sentía antes.

Trago en seco mientras espero por su respuesta. Analizo cada detalle de él. Además de haber dejado crecer el cabello, la ropa que trae puesta es distinta a las que solía usar. Estas se ven caras, bastante caras y se nota que tiene más cuidado a la hora de vestirse.

Noto como él también me analiza a mi y eso me deja nerviosa. ¿Será que todavía le gusto?

Ya, Emperatriz, ¿eso qué importa?

"Hola." es lo que él me dice. Me muestra una sonrisa a la cual yo no respondo. "¿Como estás?"

"David, yo no estoy para estas cosas, de verdad." yo digo impaciente. Estoy demasiado estresada y lo último que necesitaba en este momento era verlo en este lugar. "¿Qué haces aquí?"

"Ehmm, nos dijeron que tú y tus hermanas habían regresado y decidimos venir a verlas." él me responde, ahora con cara seria.

"¿Decidimos? ¿Tus hermanos también están aquí?" yo pregunto y él asiente.

"Quería decirte que siento mucho lo del general." Él me dice y yo bajo la mirada, mis ojos llenándose de lágrimas. "No sé qué te haya dicho tu madre pero Samuel no tuvo nada que ver con lo que le pasó. Es más, hasta trató de detenerlo pero no lo logró."

"Yo sé que Samuel no hizo nada malo." yo digo. "¿Algo más?"

"También te quería decir que si necesitas algo, alguien con quien hablar, yo siempre estaré ahí para ti. A la hora que sea." él me dice y no sé porqué pero sus palabras me dan un poco de tranquilidad, como siempre me han dado. Su voz es tan dulce que me pierdo en ella.

Yo asiento, limpiando mi cara. Obviamente no voy a aceptar su compañía pero no tengo energías para contradecirlo en este momento.

"Me tengo que ir." yo digo y me preparo para irme pero él me detiene.

"¿Te puedo pedir algo?" él me pregunta.

"¿Qué?" yo digo sin ganas.

"¿Me llevas a ver a nuestro sobrino? Yo todavía no lo he conocido." él me dice.

"Lo puedo intentar pero no prometo nada, si mi mamá se entera se pone histérica." yo le respondo.

Él asiente y los dos salimos del baño. El camino que hacemos hasta la cafetería es silencioso. Puedo sentir como él me mira todo el tiempo y hago todo por evadir su mirada.

Al llegar a la cafetería nos deparamos con un circo. Mi mamá se ve poseída, Miranda está a su lado y Sofía está con ellas y con el niño en brazos. Andrea e Irina están con ellas y en frente del grupo están Arturo, Flávio y Samuel. A Arturo lo tienen agarrado dos tipos de seguridad del hospital.

David corre al lado de sus hermanos y yo me coloco al lado de Irina, intentando entender lo que está pasando. si bien que me lo puedo imaginar.

"Si no sacan a esre hombre de aquí de inmediato, voy a denunciarlo." Mi mamá les dice a los de seguridad.

"Ya, mamá, basta." Sofía le dice impaciente y luego les habla a los dos tipos. "Sí es el padre de mi hijo, por favor suéltenlo."

"Sofía por favor-"

TIERRA DE REYESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora